Migración generadora de riqueza para Yucatán

Expertos aclaran que aunque la migración se ve como problemática, realmente produce una fuerte cantidad de divisas para el Estado.
viernes, 18 de diciembre de 2020 · 23:50

Aunque, por mucho tiempo, la migración se ha visto como una problemática en el Estado y en el mundo, Pedro Lewin Fischer, investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia, y Eric Villanueva Mukul, director del Instituto para el Desarrollo de la Cultura Maya del Estado de Yucatán (Indemaya), apuntaron que, en realidad, la migración trae consigo una fuerte cantidad de dólares.

Pedro Lewin aseguró que, hasta el 2015, existían 984 millones de migrantes en el mundo, por lo tanto, la derrama económica proveniente de ellos era de 33 mil 470 millones de dólares.

En 2019, Yucatán recibió 204.5 millones por concepto de remesas, por lo que “es importante dejar de verlos como un problema y comenzar a aceptar y aprovechar lo que tienen que ofrecer”, señaló.

En tanto que Villanueva Mukul indicó que, en Estados Unidos, se calcula que hay entre 180 y 220 mil migrantes yucatecos, generando remesas por casi 250 millones de dólares este año.

Con respecto a los yucatecos que migran a la Unión Americana, Villanueva Mukul expresó que van en busca de nuevas oportunidades, no por pobreza, especialmente los que son de Oxkutzcab, Ticul y Peto.

“La mayoría está en el área de servicios, particularmente de restaurantes, pero los salarios son mejores en el otro lado… La migración genera una importante inyección de recursos, los migrantes son muy importantes para Yucatán, estamos en contacto con ellos y algo a destacar es que mantienen sus tradiciones en Estados Unidos”, comentó el titular del Indemaya.

“Para empezar, hay que hablar de la migración a nivel mundial, que es uno de los fenómenos más relevantes en este momento… La humanidad no existe sin la migración, es un fenómeno constitutivo de esta”, dijo Lewin.

En este sentido, señaló que, aunque hay muchas razones por las cuales las personas deciden migrar, actualmente el principal es el tema económico.

De los 984 millones de personas que son migrantes en el mundo, 244 millones son internacionales, es decir, viven en un país que no es en el que nacieron; mientras que 740 millones son de migración interna, o bien, entre Estados.

“En México, se ha reconocido muchísimo la migración interna desde hace 50 años, aunque hoy en día se le ha prestado menos atención, porque la migración internacional genera divisas”, explicó el investigador.

Las divisas generadas por los migrantes internacionales ascienden a 33 mil 470 millones de dólares. “Es la primera fuente de ingresos en México, más allá del turismo y de Petróleos Mexicanos”, destacó.

Sin embargo, apuntó que los migrantes se las arreglan por sí mismos y no hay nadie que los asista. “En ese sentido es importante, a propósito del Día Internacional de la Migración, hacer énfasis en la visibilización de los migrantes… No hay en México una política de Estado que diseñe programas y acciones concretas en beneficio de la población migrante”.

Al respecto, resaltó que es imprescindible hacer más visible esta realidad mexicana. “Todas las entidades federativas tienen presencia en Mérida y esto ha ocurrido de forma acelerada en los últimos 10 años”, señaló.

“Es imprescindible comenzar a ser inclusivos con los migrantes, pero también involucrarse entre ambas partes y detener las quejas de quienes llegan sobre el clima, los moscos, etcétera, mientras que los locales deben tener más apertura y aprender a ver que los migrantes también traen muchas cosas positivas… Es momento de la construcción de una sociedad intercultural en donde podamos convivir”, afirmó Lewin.

Guadalupe Rodríguez Luévano, originaria de la Ciudad de México, comentó que al llegar a vivir a Mérida le pareció un reto encontrar sentido de pertenencia, pues se siente como si fueran invisibles.

Aseguró que llegar a una ciudad nueva sin conocer a nadie, dejar a tu familia, tu casa, para adaptarte a un lugar nuevo desde cero es el reto principal, pues no conoces reglas, ni costumbres, formas de convivencia.

Recordó que, cuando vinieron a visitar Mérida antes de tomar la decisión de convertirla en su hogar, percibieron a todos muy amables; sin embargo, al mudarse a vivir, el panorama cambió.

“Nos hemos relacionado con otras personas migrantes, principalmente; las personas locales son muy amables, pero no hemos sentido apertura para relaciones de confianza y amistad”, expresó.

“Nos ven a los migrantes como una plaga, ya no quieren más, aunque no pierdo la esperanza, creo que cuando alguien llega con buena intención y queriendo adaptarse, todo es posible”, finalizó.

SY