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Al dar a conocer que, por primera vez en mucho tiempo y gracias a un decidido esfuerzo de trabajo coordinado y atención, están empezando a bajar los casos de suicidio en Yucatán, el Dr. Arsenio Rosado Franco, subdirector de Salud Mental de los Servicios de Salud de Yucatán, dijo ayer que tienen como meta reducir este año en un 15% ese grave flagelo.

Asimismo aportó un dato en el que, como sociedad, tenemos que reflexionar:

–En Estados Unidos hay un estudio muy reciente que revela que, en los años en que ha subido un dólar por hora el salario mínimo, ha bajado un 2% el suicidio.

Dijo también que él y todo su equipo tienen la indicación, tanto del Secretario de Salud como del Gobernador del Estado, de trabajar muy duro para poder reducir los casos de suicidio atendiendo precisamente los factores causales.

Cero rechazo

–La verdad –explicó– es que la indicación es precisa, es muy clara, y estamos trabajando para cumplir esa meta tan fuerte que tenemos. De hecho, desde enero que estamos aquí en la subdirección se ha procurado una política de cero rechazo al paciente que tenga ideación suicida en los hospitales. En esta medida de cero rechazo, el segundo punto que hemos hecho es la atención inmediata de cualquier llamada a alguno de los teléfonos que sirven precisamente para capturar pacientes que tienen ideación o que tienen intento. Y el tercer punto es ver que se les dé un manejo más integral.

–Doctor, ¿cuántos suicidios hubo en el 2018?

–Nuestra estadística nos dice que el año pasado tuvimos 246 suicidios.

–¿Por qué, cuáles son los factores que lo causan?

–Hay muchos factores que intervienen en el suicidio. Desde el punto de vista de los factores que son médicos y psicológicos, podemos incidir fuertemente. Pero hay otros factores como son pobreza, desigualdad, acceso a servicios de salud, ignorancia, estigma, que habría que combatirlos de otra manera, con alguna campaña más intensa. Desde un punto de vista de la atención, hemos logrado ahorita que cualquier paciente que venga de algún pueblo, de alguna jurisdicción, que tenga ideación suicida, enseguida sea canalizado a los Cisames que son los Centros de Salud Mental, que hay dos, en Valladolid y en Mérida, o a los Capas, que son los Centros de Adicciones, donde no solamente se ven adicciones, sino se valora y se canaliza a los pacientes, que hay 6 en el Estado. Y también a los Centros de Salud que tengan servicios de psicología, como es el Centro de Salud de Mérida, en Kanasín y en Hunucmá.

Capacitación

–¿Qué otras medidas complementarias están implementando?

–Estamos capacitando más a los psicólogos para que todo paciente que tenga ideación suicida sea atendido y, en su momento, canalizado a una instancia mayor si es necesario. Hay gente que tiene solamente ideación y se puede trabajar a nivel psicológico en las comunidades donde hay psicólogos. Hay otra gente que ya tiene intento, que tiene que ser valorada por el psiquiatra, y eso se canaliza al Cisame y al hospital, y hay gente que hizo un intento, que es lo que atendemos en urgencias, tanto en urgencias médicas como en el Hospital O´Horán, como en el Seguro Social, como en el Hospital Psiquiátrico. Entonces la política de cero rechazo y que todos sean atendidos, hasta ahorita nos está dando ciertos resultados.

Las cifras

–¿Puede darnos las cifras de esos resultados?

–La estadística que tenemos ahorita es esta: En enero todavía tuvimos 16, tres casos más que en el 2018; sin embargo, a través de febrero, de 26 que hubo en el 2018 logramos bajar a 17; en marzo, de 24 en el 2018 logramos bajar a 15 en este año, y en abril, que hay 22, llevamos 6 hasta el 15 de abril.

Estamos haciendo un registro por población para poder incidir de mejor manera en estos. Por ejemplo, desde el 2018 a la fecha de hoy fueron 38 en Mérida, y hay 24 en Mérida. Kanasín, que era un foco rojo que estábamos tratando de trabajar, fueron 7, ahorita hay 3.

Estamos llevando un registro más minucioso, estamos actuando precisamente en cada uno de estos sitios para que podamos incidir de mejor manera. Entonces sí, el número sigue siendo alto y no nos vamos a conformar, pero estamos trabajando para que al menos en lo que cabe con lo que tenemos podamos hacer la reducción.

Tres problemas

–¿Qué plan hay?

–Ciertamente hacer una campaña que sea continua para combatir tres problemas que se han visto en los suicidios: Se realizaron el año pasado autopsias psicológicas y lo que encontramos es esto: uno1, que del 80% de las personas que se cuidaron, 8 de cada 10 o habían ejercido o habían sufrido violencia. Entonces, un factor que tenemos que trabajar es la violencia familiar, la violencia doméstica. Además, 8 de cada 10 suicidas tenían alcohol en la sangre al momento del suicidio. Entonces, otro factor muy importante es tratar de combatir el problema del alcoholismo que es algo fuerte y que tenemos que ver cada vez cómo hacer mejores estrategias para combatirlo. Y también vimos que hay ciertos grupos que tienen mayor vulnerabilidad a esto. Siempre hay más varones que mujeres. Hay 7 u 8 suicidas hombres por cada 2 ó 3 mujeres. El porcentaje es mundial prácticamente, y es lo que estamos observando en Yucatán. Pero en estas variantes, por ejemplo, la asociación con violencia o la asociación con alcohol, es fuerte. También tenemos que reforzar mucho el seguimiento sobre estos casos, porque de lo que nos dimos cuenta en las autopsias psicosociales es que, al menos, una de cada dos personas que se suicidaron ya lo habían intentado antes, y no había habido un seguimiento.

–¿Y qué hacen ahora con esos datos?

–Lo que estamos ahorita haciendo es que, cuando haya un intento suicida, se atienda, y dos, no se deje, que se vigile y se continúe, porque sabemos que quien lo ha intentado una vez y falló y no tiene tratamiento, tiene un 50% de probabilidades de volverlo a intentar y tal vez no fallar.

A darle seguimiento

La política entonces es que actualmente, al paciente que tiene un intento suicida, le estamos dando seguimiento. Se trata de que no tenga una espera antes. Antes había, en algunos lugares desafortunadamente, había mucha espera para un paciente con ideación suicida. O para un paciente psiquiátrico, a veces le daban cita en un mes o dos meses. Pero ahorita estamos tratando de que la gente que tenga ideación suicida y tenga este problema sea atendida. si no es intrahospitalariamente para la crisis, es frecuentemente a través del nivel social con citas semanales o dos veces al mes, si la letalidad es muy alta. O ingresarlo a trabajarlo 21 días y, después de que se egrese, darle un seguimiento puntual.

–¿Dónde se suicida más la gente?

–La mayor parte de la gente se suicida en la casa, aunque se han reportado 21 suicidios en el hospital, la verdad es que llegan ya con la intoxicación, por ejemplo, por pesticidas, y mueren en el hospital, pero realmente el intento inicial fue en la casa.

-–¿Y en cuanto a edades?

–Lo que hemos encontrado es que en Yucatán difiere el rango de edad: En Yucatán es entre 18 y 40 años, cuando en otros lugares el pico es en la adolescencia y la vejez. Aquí es diferente y estamos estudiando el porqué.

–¿Hay alguna idea del por qué?

–¿Cuál sería la causa? Creemos que tiene que ver con violencia, con alcohol y con falta de accesos a los servicios de salud.

10% de suicidas, albañiles

Otro dato que hemos encontrado y con el que tenemos que trabajar es que un subgrupo fuerte de pacientes que se suicidan son albañiles o ayudantes de albañil. De hecho del grupo total que tuvimos de 246, 25, casi el 10%, era gente que trabajaba en la construcción. Entonces sí habría que organizar una campaña para enfrentar ese fenómeno.

–¿Será porque es un trabajo duro, ganan poco, no tienen prestaciones sociales, toman mucho y tienen conflictos familiares?

–Es muy posible que sea eso. Ahorita estamos modificando la entrevista psicosocial para irnos a más datos, datos más finos. El año pasado con la encuesta que teníamos, y ahorita estamos haciendo una encuesta más precisa, porque si conocemos los factores psicosociales que inciden, podríamos incidir en ellos.

Con todo eso estamos trabajando, estamos usando mucha red social; por ejemplo, hay un grupo de referencia y contrarreferencia. El jefe del Departamento de Prevención del Suicidio, el Dr. Salvador González Gutiérrez, está encargado ahorita con su experiencia para ver esto, y prácticamente está en contacto con las jurisdicciones diario, cualquier paciente del que se informa que tuvo intento, se ve que se envíe a que sea atendido en ese momento en alguno de los centros de atención. En Jurisdicción 1 ayuda mucho el Dr. Eduardo Saavedra, en la Jurisdicción No. 2, está ayudando mucho la licenciada en enfermería Celia Rodríguez, y en la Jurisdicción No. 3 nos están ayudando mucho también.

También hay 4 psicólogos trabajando junto con el Dr. Salvador González en campo, tanto en prevención como en los datos, más todo el equipo de jurisdicción que está trabajando en centros de salud y todo para ver eso.

Estamos también capacitando a las líneas telefónicas, está la del Hospital O´Horán, donde se puede hablar en caso de que haya un intento, y hay paramédicos que estamos capacitando mejor para que puedan resolver la crisis y acompañar a la persona que tiene ideas suicidas hasta que llega al hospital.

Hay planes de crear en el corto plazo un Centro de Atención de Día precisamente para pacientes que tengan esto. Sigue funcionando el programa PIAS del Dr. Baquedano, en el Hospital Psiquiátrico, donde se atiende no solamente pacientes con ideación, sino también sobrevivientes a los pacientes. O sea, lo importante es integrar todo esto en una red que pueda funcionar.

A más salario, menos suicidios

–Dr. Arsenio, yo veo que ustedes ya están dando buenos resultados, pero creo que para reducir más el suicidio tal vez tendrían que participar en esto otros sectores, como por ejemplo el sector empresarial, pues los salarios que se pagan en Yucatán, que durante muchos años han sido los más bajos de la república, producen mucha angustia y depresión en las familias. También tendría que participar la sociedad, particularmente la más acomodada que en la que en general discrimina más a la población maya, porque la discriminación produce desazón, tristeza, depresión, y la depresión hace a la gente proclive al suicidio, ¿no?

–Fíjate que en Estados Unidos hay un estudio muy reciente que revela que en los años en que ha subido un dólar por hora (porque allá se paga por hora) el salario mínimo, ha bajado un 2% el suicidio. Es un dato importante.

Entonces, como te digo, ahorita por indicación del Gobierno del Estado nos toca trabajar fuertemente en esto, y si reducimos la brecha del acceso a los servicios de salud que tenemos en este renglón lo vamos a poder lograr. La indicación que tenemos del Secretario de Salud y del Gobernador es clara: trabajar muy duro para que Yucatán salga de esta situación que tenemos en el suicidio –concluyó el Dr. Arsenio Rosado Franco.

(Roberto López Méndez)