De la tinta y el papel al modelado 3D

¿El arte debe ser complejo para ser arte? “No. Definitivamente no. Algo que he aprendido haciéndolo o intentando hacer es que, mientras más divertido y más me guste realizar algo, independientemente de si le agrada a alguien o no, debo hacer lo que me gusta. Cuando alguien ve una obra y le gustan los colores o les da risa, incluso si no la entiende, pienso ‘no debería ser tan complicado’”.
Quien responde a POR ESTO! es Sofía Sofía (Sofía Rodríguez), una joven artista meridana cuya obra se caracteriza, probablemente, al no definirse del todo. Con un tránsito del dibujo con tinta sobre papel hacia modelados tridimensionales, en los que simula texturas y formas, como por igual aproximaciones a la creación con cerámica, la entrevistada comparte algo de su perfil risueño. 

“Pasé un buen tiempo experimentando, sobre todo este año, porque tuve todo el tiempo que quise con mi computadora. Aprendí más acerca del diseño 3D, integrando materiales y más cosas”. Sin embargo, Sofía aclara que este proceso se detuvo hace algunos meses. “Ahora estoy intentando hacer pintura de manera más tradicional, porque siento que mi mano perdió un poco la práctica. No sólo hacía modelado tridimensional; también dibujaba en la tableta. Estoy intentando volver a los dibujos con tinta, sin pretender hacer imágenes ‘nuevas’, sino practicando. Es ahí donde estoy en este momento”. 
Hace algunos años, cuando Sofía prefería el papel y el bolígrafo como principal soporte artístico, ella señaló la globalidad del Internet y la influencia que puede tener en los temas de su arte. “Puede agobiarnos ver tantas imágenes todo el tiempo. Estar en Internet durante horas me bloqueaba de otras ideas que podía tener. Entonces separo ahora un poco más cuando uso referencias a cuando hago cosas con mi propio estilo, como los muñequitos que hago, siendo sólo yo con mis pinceles”, comenta Sofía. 
“Sí creo que todo lo que veo en Internet imprime una gran influencia. A diferencia de antes, me siento más culpable si hago algo a partir de una imagen que vi en línea y me ofrecen venderlo. Siento que no es tan mío”, advierte. 

En algunos casos, Sofía se incluye a sí misma en sus obras. “Cuando empecé a hacer ese tipo de personajes, había algunas cosas vivenciales, un poco autobiográficas. Obviamente no eran hiperrealistas, pero eran situaciones que pasaban o que había visto. Luego di el salto a la fantasía, donde estoy sobre un unicornio, o cosas así, que no pueden suceder (ríe)”. 
En Instagram, donde puede verse el trabajo de Sofía (@iwanttapioca), la artista incursionó también en la realidad aumentada. “El primer filtro que hice fue para acercar a la gente a nuestras redes sociales. Pero una vez que metes ahí obras originales, se convierte en otra cosa. Ya no es ponerte orejas de perrito y ya. Luego descubrí que era posible involucrar objetos 3D en los filtros. Ahí sentí que podía cambiar la realidad un poco. El objeto no es lo que está realmente ahí. Además, es participativo. La gente coloca las cosas en su entorno real”. 

Por otro lado, una reconocible figura toma forma en la cerámica, como puede verse a la derecha. “Ese es un objeto de cerámica real. Eran tres, de hecho. Los demás son generados con un programa digital. Los reduje y los fui colocando uno dentro de otro. Todos son reales, de una u otra manera. El más grande tendrá un diámetro de 10 centímetros. Esa fue mi primera aproximación a la cerámica. Como puede verse -se supone que están horneados ya-, no se cocieron bien”, se sonríe. 
La primera imagen que subió a la página de Mixing Cereales, el grupo que forma con Javier Alamilla, “es el retrato de una muñequita tradicional mexicana que tengo en la vida real. Con base en eso, a mi amor por las muñecas, por así decirlo, surgió el tipo de personajes que he llegado a hacer, sean en 3D o en cerámica. Es la forma básica de un cuerpo, que finalmente hace cosas y que tiene una pequeña identidad”.