Arte sonoro, Diego Cano creador de experiencias especiales
La inmersión y la sensorialidad son la base de su trabajo que forma parte de sus producciones
Partiendo de sus intereses personales, entre lo académico y lo autodidacta, Diego Cano ha colaborado desde hace más de una década en proyectos que le han permitido ir explorando caminos que, si bien no tenía contemplados, con el paso del tiempo lo han posicionado como uno de los artistas sonoros y de multimedia interactiva que genera una experiencia especial al espectador.
En entrevista para el periódico POR ESTO!, Diego comparte que la inmersión y la sensorialidad son la base de su trabajo que forma parte de producciones teatrales, dancísticas y musicales de índole local, nacional e internacional.
Durante el 2020, además de colaborar en la pieza “Alumbrar, danza de la partería”, avalada por el Instituto Nacional de Asuntos del Movimiento de México y dirigida por Paula González Rencoret, participó en la exposición “Acuíferos Oníricos” exhibida actualmente en Filux Lab.
“Cuenta regresiva”, “Monocromo” y “Manantial”, son las piezas que creó para la muestra que posiciona al visitante ante los diversos estados físicos del agua, resaltando su importancia para la vida humana. Diego Cano resalta que, para este proyecto, aprovechó la habilidad que tiene de “sentir colores”.
“Si me dicen negro, yo siento una textura. Tal vez no físicamente, pero sí la siento en mi piel. Imagino las intenciones, el sonido de lo espeso y chicloso”, explica sobre cómo diseña los paisajes sonoros.
Entre decenas de maestros y compañeros que han intervenido en su formación, el ahora director de Artes Musicales de la ESAY, Elías Puc, fue clave para que se interesara por la Instalación dentro del Arte Sonoro. De ahí, sumó el gusto por la Interactividad.
“Me gusta la relación entre la máquina y el usuario”, comenta, y agrega que se apoya de diversos programas como Arduino y Cycling’ 74, complementándolos con microcontroladores y sensores.
Diego Cano comparte que, inició su formación de una forma un tanto peculiar: ingresó a la Escuela Superior de Artes de Yucatán como oyente, gracias al entonces director Álvaro Vega.
Explica que, en ese entonces sus conocimientos musicales eran aprendidos de forma autodidacta y por tal motivo, esperó el momento indicado para inscribirse a la Licenciatura en Música. Con gusto por el género electrónic en 2011 lanzó su primer EP titulado “Animals”, bajo el sello discográfico Slaap Records (Alemania), bajo el nombre de Arturo Silveira.
A esa le siguieron otras producciones que pueden escucharse en sus redes sociales. Esta faceta que abandonó en algún momento, espera retomarla durante 2021.
Compaginando teatro, danza, fotografía y otras disciplinas artísticas, Diego Cano ha sido el creador de ambientes sonoros como las piezas “Gente de Maíz” (2014), de Ligia Aguilar, o “Gota, acciones mínimas convertidas en mar” (2018), de Créssida Danza Contemporánea.
En 2020 también participó en “Cada vez nos despedimos mejor” (Teatro de La Rendija) y “Lili la Libélula”. En la actualidad, Diego Cano se encuentra componiendo nuevos temas gracias a la convocatoria “Resiliencia Sonora” de la Universidad Nacional Autónoma de México. Espera pronto dar a conocer su trabajo, no sólo en Yucatán sino a una escala internacional.
