Convento de Izamal, joya arquitectónica Patrimonio Cultural de Yucatán

El Pueblo Mágico de Izamal es un atractivo que cuenta con varios puntos turísticos como el Convento Franciscano de San Antonio de Padua
martes, 7 de septiembre de 2021 · 12:34

El convento Franciscano de San Antonio de Padua, ubicado en la ciudad de Izamal, Yucatán, fue elevado como tal en 1549 siendo el quinto convento en la Península, antecedido por Mérida, Campeche, Maní y Conkal. Estos cinco conventos, por su disposición geográfica, evidenciaron el primer plan de evangelización en las antiguas tierras del Mayab, tras la conquista española.

El historiador Félix Jiménez Villalba, señala a propósito: “Yucatán fue dividido por los franciscanos en varios distritos y establecieron conventos en San Francisco de Campeche, Maní e Izamal, además del convento mayor en Mérida. Estos conventos se convirtieron en importantes centros de hispanización y cristianización. Fueron la base para que los frailes comenzarán su evangelización por los territorios circundantes a estos conventos. 

Siguiendo el pensamiento de sacralizar lugares de culto a los dioses mayas, y para aprovechar los materiales, la nueva construcción del convento de Izamal se edificó en lo que fuera el oratorio de Pap hol chac, “casa llena de relámpagos”, o bien, “paredes donde está la cabeza de Chaac”.

La obra comenzó en el año 1553, bajo la administración de Fray Diego de Landa. La edificación del convento concluyó en 1561. El arquitecto de esta obra fue Fray Juan de Mérida. En tanto que el atrio con sus arquerías y los anexos concluyeron en 1618, según señala una piedra grabada ubicada en un arco del norte del atrio.

Se pueden apreciar incrustados en los muros antiguas piedras mayas que evidencia el origen prehispánico de este lugar. 

El atrio

Es de forma rectangular con una extensión de 7 mil 806.43 metros cuadrados, lo que lo convierte en el atrio cerrado más grande de América y en el segundo del mundo, después de la Plaza de San Pedro, en Ciudad del Vaticano. Cuenta con un total de 75 arcos, pero ninguno de los cuatro lados del gran rectángulo cuenta con el mismo número de arcos; 26 están ubicados frente a la fachada del templo (Oriente), 25 del lado Poniente, 13 dan al Norte y 11 al Sur. Además, el conjunto está conformado por el templo, la capilla de la tercera orden, cuatro capillas posas y dos claustros.

Una placa de piedra señala el año de 1618, de la conclusión de la arquería del atrio, año especialmente señalado por haberse
realizado el voto de la defensa de la Inmaculada Concepción en Yucatán.

El templo 

Desde la segunda mitad del siglo XVI, en las primeras décadas esta iglesia, se convirtió en el centro de devoción mariana
más importante del sureste, en torno a la Inmaculada Concepción, y buena parte de la arquitectura gira en torno a esto. El acceso al templo está determinado por una puerta principal de estilo plateresco.

En tanto que la nave de cañón corrido, el presbiterio contiene nervaturas en su cúpula. Sotocoro se ubica sobre un arco de nave en el poniente. Y sacristía mayor en el lado Sur, con la modificación de un pasillo que lleva al camarín de la Virgen.

El convento

Es donde habitan los franciscanos, el primer momento de su llegada fue en 1549, pero salieron de la administración religiosa en 1849, regresando justamente un siglo después en 1949, por motivos de la coronación pontificia de Nuestra

Señora de Izamal. Por lo tanto, aún es convento franciscano y no exconvento como muchos confunden. Además, es en el presente la sede de la provincia franciscana de San Felipe de Jesús del Sureste de México.

En la potería se encuentra una cruz verde y pinturas coloniales que refieren momento de la primera evangelización. Con su gran reja de madera entornillada que hace especial ese espacio. El claustro bajo y alto se compone de gruesos muros que dan espacios a los arcos y a las bóvedas de los techos. Evidencian la temprana obra constructiva del siglo XVI. Sobre el claustro alto, se encuentra un reloj solar, obra atribuida a Fray Julián de Cuartas, también del siglo XVI.

Frontispicio

El portal del templo es muy sencillo y austero, como lo es la orden. Su forma original era escasa de ornamentación, solamente contenía una ventana de sencillo óculo, que fue intervenido a finales del siglo XX por la ventana de estilo mudejarizante, que actualmente contiene un vitral de la Virgen de Izamal.

Se remataba con dos campanarios a los extremos y en el frente con una espadaña en remate, contenida de dos cuerpos de campanarios. En 1880, se le agregó una torre del lado Sur, en donde fue colocado un reloj público.

Retablo Mayor

Obra de un famoso escultor y ebanista, Francisco Mena Valdés e hijos, es de estilo barroco colonial, cubre la parte central. Miguel Lima Torres hizo los extremos laterales. Fue instalado en 1949, con motivos de las fiestas de la coronación pontificia. Las pinturas del retablo, en lienzo al óleo, son obras del pintor español Francisco Molina.

Virgen de Izamal 

Desde las primeras décadas de la evangelización, floreció en torno a la Virgen María por fray Diego de Landa, su fama de milagrosa. Se extendió por todo Yucatán. En 1648, por motivos de una epidemia fue llevada a Mérida en procesión y por su intersección se logró aplacar este mal, según creencias de la época. Fue nombrada Patrona de Yucatán en agradecimiento. Los viajes a Mérida de la Virgen de Izamal eran una constante.

En 1730, en agradecimiento, el gobernador Antonio de Figueroa y Silva, la nombró Gobernadora y capitana General de Yucatán. La historia de su culto es muy amplia y ha sido estudiada por varios
historiadores. En 1949 recibió la coronación pontifica y en 1970 se le declaró como Patrona Principal de la Arquidiócesis de Yucatán.

En 1993, el papa Juan Pablo II la corona con corona de oro, como reina de las etnias de América Latina. Y todavía en 2016 es declarada patrona de los jaraneros yucatecos.

Su museo fue inaugurado en 2003, contiene litografías, grabados, así como ajuares completos que ha portado la venerada imagen de la patrona de Yucatán. Un espacio que está dedicado a la visita papal de Juan Pablo II al santuario.

Camarín 

Es una obra arquitectónica muy propia de la devoción mariana colonial, siendo Izamal el primero en construirse en estas tierras Virreinales de Nueva España. Data su temporalidad en el siglo XVII. Es alto y se ubica a espaldas del presbiterio, lo que permite que la imagen de la Virgen de Izamal pueda presidir las celebraciones religiosas, litúrgicas y después, regresar a su camarín, a través de una bóveda que une a estos dos espacios.

Contiene detalles de ornato en sus paredes y un retablo de estilo barroco colocado en 1999. 

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JG