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Escrito por Wilberth Casanova
Con las obras del Tren Maya, en el municipio de Dzitbalché, Campeche, se detectaron al menos 10 vestigios arqueológicos con potencial para ser considerados como puntos de atracción para los visitantes que hagan el recorrido ferroviario, por lo que le propuso al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) la apertura del principal, informó el alcalde Roberto Herrera Mass.
Señaló que le han solicitado al INAH la apertura de estos lugares, sobre todo el que se encuentra “a menos de un kilómetro”, al ser un centro arqueológico descubierto por el paso del Tren Maya.
Tienen registrados hasta la fecha “10 sitios arqueológicos en un mismo tramo; la menor a menos de un kilómetro, hasta cerca de 40 kilómetros de aquí, de nuestro territorio”.
Reveló que “son sitios arqueológicos muy importantes. Se han encontrado vestigios, de alguna manera, que son un vínculo o de intercambio comercial con ciudades de Tabasco, de Chiapas”, de la región del “Usumacinta, todo esto por restos arqueológicos de vasijas”.
Expuso que hay lugares que pueden recorrer y conocer cualquier visitante, aunque “no están abiertas en este momento al público, pero que son muy cercanas”, mientras aseguró que tienen el interés de su rescate, ya que es testimonio de la grandeza de Dzitbalché, “y al abrirse al público es una oportunidad para que personas de otros lugares conozcan lo que aquí tenemos”.
De los nombres dados a los vestigios mayas, enumeró que los que están al poniente, a uno o dos kilómetros, son Ch’uy P’ul, Tz’uk Chay, Xmay k’ek’en, Ich Kakab, Xuch, Sisilá y Mul jaltun, además de otros que no tienen nombres todavía.
Planteó que de acuerdo con lo expuesto por algunos investigadores, entre ellos, el investigador japonés Subasa Okoshi, Dzitbalché fue la capital de un Kuchcabal, de toda una zona que abarcó desde este lugar, hasta aproximadamente zonas cercanas a Uxmal.
Además de que la ciudad tenía el nombre de Dze metz Acal, con su propio gobernante y que tuvo vínculos políticos y familiares, lo que fortaleció a Dzitbalché que consiguió la nominación de Kuchcabal, bajo el linaje de los Canché, “antes de la llegada de los Ah Canul”, por lo que “Dzitbalché fue un centro ceremonial grande”.
Incluso, planteó que la iglesia actual está en una elevación, cuando todo aquí es una planicie, y lo mismo sucede con la biblioteca donde está el Centro Cultural, lo que representa que debajo de estas construcciones, al estar en alto, podría ser que las construyeron en “una plataforma maya”.
“En mucho de los patios de las casas, donde construyeron sus viviendas, sacaron vasijas, muchas cosas, bajaron pequeñas construcciones que había, todo Dzitbalché fue un gran centro arqueológico”, aseveró.
Argumentó que uno de los documentos escritos antes de la llegada de los españoles registra este planteamiento, como fue el titulado “el Libro de las Danzas de los Hombres Antiguos”, donde cita a Dzitbalché.
Herrera Mass expresó que arman esta parte de la historia con los documentos, los testimonios de la gente, las investigaciones, por lo que Dzitbalché fue un importante centro ceremonial como Sisilá y aunque “no está abierto al público, es un lugar bastante grande, muy interesante”.
También, reveló que ya caminaron estos vestigios y zonas arqueológicas, por lo que existe toda una riqueza arqueológica, lo que lo convierte en algo “muy interesante para nuestra cultura”.
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LV
