Secretaría de Relaciones Exteriores en México responde a las tensiones diplomáticas con Ecuador

En un giro significativo en las relaciones diplomáticas entre México y Ecuador, el gobierno mexicano ha anunciado la repatriación de la embajadora Raquel Serur Smeke para garantizar su seguridad, después de haber desempeñado un papel crucial en el fortalecimiento de los lazos bilaterales desde su nombramiento en 2019. 

Durante su mandato, Serur Smeke facilitó tres visitas presidenciales y promovió activamente la colaboración cultural y empresarial entre ambos países, actuando siempre en conformidad con los principios de política exterior de México y el derecho internacional.

La embajadora Serur Smeke, destacada por su labor diplomática que ha incluido el impulso del diálogo político y la atención a la comunidad mexicana en Ecuador, dejará su cargo a Roberto Canseco, quien continuará las operaciones normales de la Embajada de México en Quito. 

Esta medida sigue a una decisión que México considera desproporcionada por parte de Ecuador, en un contexto de crecientes tensiones diplomáticas entre ambos países.

Paralelamente, el gobierno mexicano ha decidido otorgar asilo político a Jorge David Glas Espinel, exvicepresidente ecuatoriano, actualmente refugiado en la embajada de México en Quito. 

Este anuncio se acompaña de una solicitud oficial a las autoridades ecuatorianas para que emitan el salvoconducto necesario, conforme a la Convención de Asilo Diplomático de 1954, un tratado internacional suscrito tanto por México como por Ecuador.

México critica el aumento de la presencia policial ecuatoriana alrededor de su embajada en Quito, considerándolo una forma de hostigamiento y una clara violación a la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas. 

Esta situación ha llevado al gobierno mexicano a exigir a Ecuador el respeto a su soberanía, el cumplimiento de sus obligaciones internacionales, y el cese inmediato de cualquier forma de intimidación.

El gobierno de México se ha posicionado firmemente en contra de las acciones recientes del gobierno ecuatoriano, responsabilizándolo de cualquier perjuicio que puedan sufrir la misión diplomática mexicana, su personal, y cualquier individuo bajo la protección de México en ese territorio. 

Esta serie de eventos marca un momento crítico en las relaciones entre ambos países. 

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