México enfrenta 113 incendios forestales activos en 20 estados
Un total de seis mil 888 combatientes de diferentes niveles de gobierno, junto con propietarios de terrenos forestales, trabajan incansablemente para contener y liquidar los incendios
La Comisión Nacional Forestal (Conafor) ha actualizado la situación de los incendios forestales en México, reportando 113 siniestros activos repartidos en 20 entidades federativas hasta las 11:00 horas del viernes 29 de marzo.
Esta ola de incendios ha afectado una superficie preliminar de 13 mil 262 hectáreas, poniendo en riesgo la biodiversidad y los ecosistemas de vastas áreas del país.
En respuesta a la emergencia, un total de seis mil 888 combatientes de diferentes niveles de gobierno, junto con propietarios de terrenos forestales, trabajan incansablemente para contener y liquidar los incendios.
De estos siniestros, 24 ocurren en áreas naturales protegidas, lo que añade una capa de complejidad al esfuerzo de contención debido a la importancia ecológica y ambiental de estas zonas.
Conafor ha emitido recomendaciones para prevenir más incendios, instando a la población a evitar arrojar cerillos o colillas de cigarros encendidos en zonas forestales.
Además, proporciona canales de comunicación para reportar incendios, incluyendo el teléfono 800 737 00 00 y el número de emergencia 911, facilitando así una respuesta rápida a nuevos siniestros.
Origen humano: La mayor causa de incendios
El Centro Nacional de Prevención de Desastres señala que el 90 por ciento de los incendios forestales en México son causados por actividades humanas, tales como descuidos, actos de vandalismo o imprudencias.
Solo un 10 por ciento de estos desastres son resultado de fenómenos naturales como descargas eléctricas o erupciones volcánicas, lo que subraya la importancia de la conciencia y la responsabilidad en la prevención de incendios.
Dos temporadas críticas
México distingue dos temporadas críticas para incendios forestales.
La primera, de enero a junio, afecta principalmente las zonas centro, norte, noreste, sur y sureste del país, mientras que la segunda abarca de mayo a septiembre en el noroeste.
Esta distribución temporal subraya la necesidad de mantener la vigilancia y las medidas preventivas durante gran parte del año para minimizar el impacto de estos desastres en el medio ambiente y las comunidades.
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