AMLO señala que el Poder Judicial es el 'supremo poder conservador'
El Presidente de la República argumentó que el Poder Judicial que se ha convertido en refugio para individuos con vínculos estrechos con la elite conservadora y autoritaria del país
En un enérgico discurso durante su conferencia mañanera en el Palacio Nacional, el presidente Andrés Manuel López Obrador renovó sus críticas hacia el Poder Judicial, alegando que esta institución favorece sistemáticamente a sectores conservadores y autoritarios, en detrimento del interés público.
Este miércoles 27 de marzo el mandatario mexicano describió al Poder Judicial como un ente al servicio de intereses particulares y lejos de ser un verdadero pilar de la democracia.
El presidente señaló directamente al Poder Judicial de actuar como un "Supremo Poder Conservador", argumentando que se ha convertido en un refugio para individuos con vínculos estrechos con la elite conservadora y autoritaria del país.
De acuerdo con el jefe del Ejecutivo federal, este sesgo se manifestó recientemente cuando la ministra presidenta de la Corte, Noma Lucía Piña, admitió a asesores vinculados a Genaro García Luna, figura controversia en el ámbito político mexicano, en un claro gesto de apoyo a la facción conservadora.
"Está claro que el Poder Judicial está protegiendo a aquellos con conexiones dentro de la Corte y, sobre todo, a figuras profundamente conservadoras y autoritarias. Esto no es más que la continuación de una tradición que posiciona al Poder Judicial en oposición al pueblo, consolidándolo como una institución elitista y conservadora," declaró López Obrador.
Profundizando en su crítica, el mandatario hizo referencia a la historia reciente de México, mencionando que desde el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, el Poder Judicial ha sido monopolizado por una facción con una ideología predominantemente conservadora.
Estos individuos, a juicio del presidente, actúan más como defensores de intereses particulares que como verdaderos servidores públicos.
La posición de López Obrador sugiere una profunda preocupación por una problemática estructural y de larga data dentro del Poder Judicial mexicano, enfatizando su percepción de que la institución ha abandonado su deber de imparcialidad para tomar partido en las luchas políticas internas del país.
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