Ariel trabaja como maletero en el Aeropuerto Internacional de Cancún (AIC). No tiene horario puede laborar cinco o hasta 10 horas en un solo día. Vive de esta labor y la Terminal Aérea se ha convertido en una segunda casa para él.
Cuando se le hace tarde y ya no hay cómo conseguir pasaje de regreso a Cancún, opta por acurrucarse en cualquier rincón a las afueras de la Terminal 4 y se duerme plácidamente, a la espera de otra jornada o que amanezca para tomar un transporte que lo conduzca a su hogar.
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Asegura que no siente vergüenza de dormir en el piso. Al preguntarle por qué lo hace, sólo respondió “soy maletero”,“me dio sueño”.
Sus respuestas son cortas y al grano. No pretende entablar una plática, aunque tampoco es grosero, sólo se muestra ensimismado, concentrado en lo que debe hacer.
Las personas a su alrededor ni lo observan, les parece familiar que tanto Ariel como un sinnúmero de personas duerman plácidamente en algún rincón de la terminal.
En el caso de Ariel, lo hace por cuestiones meramente laborales. No le pide permiso a nadie, solo se acomoda y se olvida de los demás para perderse en sus sueños.
Sin embargo, como Ariel hay muchos otros que optan por la misma opción, que terminan sus jornadas laborales muy noche y ya no alcanzan transporte para regresar a la ciudad. Algunos son pasajeros que se ven obligados a pasar largas horas de espera, ya sea por retraso de su vuelo o por alguna cancelación de última hora que los dejó varados en la terminal.
No es para nada extraño que la terminal se convierta en dormitorio para decenas de personas, que por cuestiones laborales o de imprevistos de viaje se vean obligadas a pernoctar en el frío piso de mármol del aeropuerto o prefieren salir a alguno de los jardines, a las afueras de los edificios.
En muchas ocasiones incluso se puede ver a personas con casas de campaña, pues anticipan que podrían pasar varios días en ese lugar. Hay incluso películas basadas en casos verídicos de personas que han tenido que habitar en el aeropuerto por un imprevisto migratorio, por quedarse sin dinero para regresar a su lugar de origen o porque tienen problemas en sus capacidades intelectuales que los lleva a permanecer por largas temporadas en una Terminal Aérea.
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AT