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La Alianza Maya por las Abejas ha documentado la pérdida de la cobertura selvática en el municipio de Bacalar, Sur de Quintana Roo, por el imparable avance de un modelos de producción agroindustrial de maíz, sorgo y soya en la zona.
Apoyada en datos de la plataforma Global Forest Watch, la Alianza Maya refiere que entre 2001 y 2022 se han perdido aproximadamente 130,000 hectáreas de selva, a partir de que se intensificó a principios de los años 2000 la llegada de grupos menonitas, a los cuales identifican como “el último eslabón para ejecución de un modelo de producción intensivo y extractivista impulsado por los tres niveles de gobierno y empresas privadas nacionales e internacionales.
Otros datos, del propio Gobierno mexicano confirman lo documentado por la Alianza Maya, pues según datos de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), la tasa de deforestación anual promedio en Quintana Roo entre 2001 y 2021 fue de 1.11%, con Othón P. Blanco y Bacalar como los más afectados, pues perdieron 24,337 y 24,346 hectáreas de selva, respectivamente.
Los datos que ha recabado la organización refieren que tan sólo entre 2014 y 2023 se perdieron 52,891 hectáreas de selva, equivalente al 7.3% de la superficie del municipio de Bacalar, con los asentamientos menonitas como determinantes de esta pérdida de cobertura vegetal, sobre todo en los ejidos Salamanca, el Bajío, San Fernando y Paraíso.
La siembra agroindustrial, con el uso de agroquímicos y demás sustancias ha afectado gravemente la población regional de miel, según lo que también documento este mismo año el Equipo Abejas de El Colegio de la Frontera sur, según el cual este año ya han registrado la muerte de más de 3,500 colmenas por fumigaciones hechas con fipronil en las comunidades de Suc Tuc y Oxa, en el vecino municipio de Hopelchén, Campeche.
Algo parecido sucede en Bacalar, donde a partir del año 2017 se ha documentado una baja en las cosechas de miel, pues el promedio de producción hasta ese año en la zona de Bacalar fue de 70 kilogramos por colmena, pero actualmente se produce solamente entre 25 a 35 kg.
La caída en la producción es más notable, según la Alianza Maya en zonas como Blanca flor, Buena fe y San Fernando, lo cual además aseguran que vulnera las certificaciones orgánicas de la miel y amenaza con formas tradicionales de vida, de conservación del nuestro territorio, así como el sostén económico para las familias locales.
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HS
