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Escrito por Carlos Sánchez Fabro
Uno de los lugares tradicionales que había en la ciudad de Chetumal relacionado con temas culturales era el Cine Café, donde familias, parejas y amigos, visitaban cada fin de semana para disfrutar de películas enfocadas a la cultura y disfrutaban de un buen café. Hoy eso quedó en el olvido, tras el paso de la administración estatal anterior y a poco más de un año de la actual, no se le ve futuro a su reapertura.
La responsabilidad directa de este edificio, así como del contenido del Cine Café, depende directamente del Instituto de Cultura y las Artes de Quintana Roo (ICA), que es el ente encargado de promover la cultura en todas sus facetas en la entidad y por ello, ellos deben ser responsables del resurgimiento o desaparición del mismo.
La decadencia de este emblemático lugar se inició tras el paso de la Administración estatal anterior, la cual, en un giro sorprendente, no sólo descuidó su mantenimiento, sino que también decidió cerrar sus puertas, y a poco más de un año del actual Gobierno, las esperanzas de su reapertura parecen desvanecerse.
Este recinto no era solo un cine, era un espacio donde la cultura se fusionaba con el aroma del café recién preparado, las risas de las familias, los susurros de las parejas y la charla animada de los amigos, que creaban una atmósfera única. Las películas, cuidadosamente seleccionadas, no sólo entretenían, también educaban, llevando a los espectadores a un viaje a través de diversas expresiones culturales.
La comunidad chetumaleña, acostumbrada a este punto de encuentro cultural, ha expresado su descontento ante la falta de atención por parte de las autoridades de cultura, y antiguos asiduos al Cine Café destacan la importancia de preservar estos espacios que nutren el alma de la ciudad.
La incertidumbre sobre el destino del Cine Café ha llevado a la comunidad a buscar alternativas para rescatar este lugar tan querido, pero es un tema que sólo puede y debe resolver el Gobierno del Estado, a través del ICA.
En un contexto donde la preservación de la identidad cultural es crucial, la pérdida de espacios como éste, deja un vacío en la ciudad, generando una necesidad para reconocer la importancia de estos lugares y su contribución al tejido social y cultural, que cada vez se vuelve imperativa para el desarrollo sostenible de la comunidad.
A medida que el tiempo avanza, la incertidumbre sobre el futuro del Cine Café persiste, mientras tanto, se desconoce qué es lo que va a pasar en el futuro inmediato con el edificio y con el contenido en obras de arte, tomando en cuenta que la última vez que hubo proyecciones fue en el año 2019, en la presentación de una serie de películas que fueron del agrado de mucha gente que hoy, espera paciente el retorno de una nueva cartelera.
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AT
