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En el marco del Día Internacional del síndrome de Asperger, que se conmemora este 18 de febrero, expertos de la salud alertaron sobre el diagnóstico tardío de este trastorno en Quintana Roo, ya que no se tiene concientización de sus síntomas y características.
Alma Rodríguez, psicóloga de Cancún, detalló que el síndrome de Asperger sigue siendo para muchos una discapacidad invisible, puesto que quien lo tiene no usa ni sillas de ruedas ni bastones; sin embargo, limita la interacción social, así como la comunicación de las personas que lo padecen; es por ello que en la mayor parte de los casos se tiene un diagnóstico tardío.
“Este síndrome forma parte del trastorno del espectro autista, que se puede detectar en los primeros años, pero no sucede así. Los diagnósticos siguen haciéndose de manera tardía y agudizan los problemas de socialización y comunicación. En Quintana Roo, desafortunadamente, no hay una campaña para evaluar a los menores”, dijo en entrevista con Por Esto!
La entrevistada consideró que los padres de familia no llevan a sus hijos con especialistas de la salud al presentar ciertas conductas, pues la mayoría de las veces piensan que solo son niños retraídos o introvertidos, pero lo ideal es que los niños sean diagnosticados a los tres años, pero pasan inadvertidos o son ignorados.
“Es un trastorno neurológico que afecta la manera en que la información es procesada en el cerebro de quien la observa, pues percibe e interpreta el mundo y sus relaciones de manera diferente. Por ello, estas personas interactúan de modo distinto con el mundo. Los menores pueden tener dificultades para hablar, formar sus primeras oraciones y a veces pareciera que no ponen atención a su alrededor, como si vivieran en su propio mundo”, continuó.
Por su parte, el psiquiatra Joaquín Carballo detalló que el síndrome de Asperger no es una enfermedad; las personas que lo tienen no se curan y no se medican para que se les quite, por lo que es importante dejar claro este punto a las personas que conviven con menores con este síndrome, para que los puedan comprender mejor.
“Los menores con este trastorno enfrentan desafíos al usar y entender el lenguaje en un contexto social; además, tienen dificultad para comprender lo que otra persona está pensando y sintiendo. Por otra parte, la principal señal es que se les dificulta el lenguaje no verbal, como el movimiento de las manos, las expresiones faciales y el tono de la voz. Entonces los padres de familia deben basarse en estas características para entender si sus hijos tienen este síndrome o no”, agregó.
El especialista dijo que el origen del síndrome podría ser hereditario o desarrollarse en el útero durante el proceso de gestación; también podrían intervenir factores medioambientales que alteren el neurodesarrollo; por ejemplo, mujeres con epilepsia y embarazadas que toman fármacos antiepilépticos durante la gestación pueden alterar el desarrollo cerebral de su bebé.
“Hay muchos factores para saber el origen del síndrome de Asperger, entre ellos, que sea hereditario o se provoque por el consumo de fármacos durante el embarazo. Se tienen que hacer más estudios al respecto para tener una respuesta precisa”, concluyó.
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NR
