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Escrito por Ovidio López
Con la llegada del otoño comenzó la migración de aves al Parque Nacional deIsla Contoy, procedente de lugares donde comenzaron a bajar las temperaturas. La Estación de Anillamiento ha identificado a seis especies, confirmó el equipo de investigación en este campo en la reserva.
“Hemos registrado algunas especies, entre ellas, víreo ojiblanco, reinita dorsiverde, chipes trepadores, gorrión pálido, zorzales, y parula norteña”, reportó el equipo, al darle la bienvenida a la población aviaria migrante en el sitio.
Desde octubre se han instalado equipos de muestreos de las aves migratorias neotropicales en Isla Contoy. Los investigadores colocaron redes para capturar las especies, en su mayoría migratorias. “Esta migración está a todo lo que da. Recordemos que Isla Contoy es un sitio importante para la migración de aves, ya que utilizan la isla como sitio de descanso, alimentación y resguardo”.
Estas aves eligen como destino la reserva, por el nivel de seguridad que ofrece, por ser una de las mejor conservadas, no sólo del Caribe, sino de México. De ahí la importancia de apoyar en la conservación del sitio y de sus aves, reiteraron los investigadores.
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Las aves proceden Norte del país y de los Estados Unidos, donde las temperaturas comenzaron a bajar por las masas polares que llegan durante el otoño y con mayor intensidad en el invierno.
La especie reinita dorsiverde (Setophaga virens) predomina desde la zona costera de Venezuela y Colombia hasta Canadá, en las orillas de los mares y lagunas. En primavera y verano migran a Estados Unidos y las llanuras canadienses, y en otoño e invierno bajan al Sur de la desembocadura del Río Bravo.
La distribución del vireo ojiblanco (Vireo griseus) es desde el Este de Estados Unidos hasta al Sur de la Península de Yucatán. Se reproducen en el Norte, permanecen casi todo el año cerca de la costa, desde Las Carolinas hasta Veracruz, y en temporada no reproductiva, desde ese Estado hasta el Norte de Honduras.
El pasado 8 de octubre se celebró “Día de las Aves Migratorias”, los investigadores realizaron publicaciones y exhortaron a la población en general a cuidar todos los espacios verdes, pues son zonas de refugio y de alimentación en esta temporada.
Reconocieron, sin embargo, que la contaminación lumínica va en aumento en la zona costera, por los desarrollos urbanos y espacios turísticos, lo cual “altera los patrones naturales de luz y oscuridad de los ecosistemas y contribuye a la muerte de millones de especies, entre ellas las aves”, advirtieron.
La contaminación lumínica, abundaron, puede hacer que las aves y otras especies cambien sus patrones de migración, sus comportamientos de búsqueda de alimento y su comunicación vocal, provocando desorientación, colisiones e incluso la muerte.
Debido a ello, “todos tenemos la responsabilidad de proteger a las aves migratorias y sus hábitats. Baje sus luces por la noche para ayudarlas a migrar de manera segura”, recomendaron.
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NR
