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La temporada de sequía afectó alrededor de 500 hectáreas de plantaciones de coco en la zona de Luis Echeverría y Raudales, municipio de Othón P. Blanco, Quintana Roo por lo que hoy se tiene poca producción, aseguró la presidenta de la cooperativa de Productores de Coco de Laguna Guerrero, Gabriela Espinosa Jiménez.
Los cocales requieren de mucha agua durante la mayor parte del año y como la sequía estuvo muy fuerte en los últimos dos años, los resultados fueron negativos para la cosecha.
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El cultivo de coco no tiene ningún tipo de apoyo por parte de los tres niveles de gobierno, cuando requieren maquinaría para obtener el valor agregado, porque no solo quieren vender agua, sino también elaborar aceite artesanal y virgen.
Espinosa Jiménez, afirmó que por lo pronto trabajan en la elaboración de subproductos como el dulce y horchata de coco, todo eso se debe a que han recibido cursos de capacitación.
La zona de Luis Echeverría, Raudales y Laguna Guerrero, es 100 por ciento cocotera, sin embargo, no recibe apoyos de los tres niveles de gobierno, por razones que hasta la fecha no les han aclarado.
Afirmó que requieren apoyo para sembrar más hectáreas, porque existe un gran potencial en el mercado para el coco, debido a que todos los productos y subproductos son aceptados, sobre todo en la zona turística de Quintana Roo.
Varias hectáreas se han siniestrado, y hoy se requieren apoyos para sembrar plantaciones nuevas con la variedad de coco híbrido, porque es resistente al Amarillamiento Letal del Cocotero, el cual hace unos años prácticamente acabó con la actividad.
Finalmente, afirmó que en Quintana Roo no se ha logrado concretar una huerta madre de coco hibrido, porque desgraciadamente las políticas públicas cambian, aparte de que no faltan los “gandayas” que se quedan con todos los apoyos.
Con información de Luis Enrique Tuz
Por Redacción Digital Por Esto!
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