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Ricardo, de 59 años, recuerda que tuvo miedo de morir solo en un hospital y agradece la nueva oportunidad de vivir

Contagiarse de COVID-19 y sobrevivir deja en las personas recuerdos amargos y al mismo tiempo les hacer ver de manera diferente la vida, pues tras días de suspenso en los que no saben si lograrán vencer la enfermedad, en los que respirar se convierte de una acción natural a una que implica dolor y esfuerzo. Para Ricardo Gómez, un hombre de 59 años, los 22 días que se sintió mal han sido de los más difíciles y a la fecha se cuestiona dónde pudo haberse contagiado.

El municipio de Benito Juárez es la demarcación de Quintana Roo que lidera el número de contagios acumulados desde que fue detectado el primer caso positivo en Cancún. Cada día que pasa la cifra de enfermos y fallecidos aumenta, no ha pasado un día sin que el conteo se mueva.

Las personas han tenido que estar en aislamiento social y hospitalizadas, algunas no lograron salir con vida pero otras pudieron recuperarse, entre estos últimos está Ricardo Gómez, quien logró vencer esta enfermedad estando hospitalizado 22 días. El 11 de agosto de 2020 empezó la prueba más difícil.

Comencé con síntomas muy ligeros, tenía mucho dolor de cuerpo pero pensé que sólo me iba a dar una gripa, porque desde que se dio todo esto de la pandemia nos cuidábamos todo el tiempo, desinfectábamos todo. Sí salía de casa pero para lo necesario y eso era todo. Estoy a cargo de un deportivo y tenía que estar al pendiente cada dos o tres días de que todo estuviese en orden y hacía algunas transmisiones para recomendarle a las personas que en verdad se cuidaran, que no salieran de casa si no era necesario, todo fue cuestión de unos días para que yo pisara un hospital,” contó Ricardo.

Tras una semana con la sensación de cuerpo cortado decidió ir al médico y le recetaron algunos medicamentos que no le hicieron efecto, transcurrió otra semana, ya había pasado 15 días con malestares y optó por cambiar de médico. Le dieron más medicamentos pero estos seguían sin surtir efecto. Días después, su hijo mayor fue quien se percató que su padre tenía problemas para respirar.

Me tuvieron que llevar a un hospital particular, me hicieron la prueba, pero me entregaban los resultados en dos horas, esperábamos afuera del hospital, pero cada vez sentía que me faltaba más y más el aire. No quería, pero acudimos al Seguro, pues estoy afiliado al IMSS; además de que entre la prueba y medicamentos que me dieron en ese momento fueron más de ocho mil pesos gastados y cuando pregunté sobre la atención, la respuesta era quedarse ahí y salía un ojo de la cara. Fue en ese momento que decidí ir al Seguro porque ya sea que hubiese salido vivo o muerto del hospital, lo que menos quería era dejar con deudas a mi familia”, explicó.

Sin saber lo que le esperaba, con mil preguntas en la cabeza, Ricardo ingresó al nosocomio, en donde le realizaron estudios médicos, luego lo ingresaron y comenzó el proceso de oxigenación y medicamentos para estabilizarlo, avisándole desde ese momento que iba a tener que ser internado de inmediato por la baja oxigenación que presentaba.

“Me empezó a dar demasiada temperatura, al ingresarme me pusieron una inyección en el ombligo, suero, pastillas, estuve 22 días ingresado. Los más fuertes fueron los primeros días, dos días no comí, tampoco iba al baño y dejé de tener fuerza, ya estaba muy débil”.

Una de las cosas que marcó a Ricardo fue que por la misma presión del oxígeno las mangueras se tiraban, porque él entraba en desesperación porque necesitaba de éste para poder estar estable. Al sucederle esto en diferentes ocasiones, él comenzaba a creer que la mejor opción era ser intubado y de este modo dejar de sufrir por la falta de oxigenación y algún otro malestar.

“Yo escuchaba que había pacientes que los intubaban, que estaban ya estables y que sólo vigilaban que respiraran bien, entre otras cosas. Era tanta mi desesperación que les dije que lo hicieran, yo lo pedí por miedo a morir por falta de oxígeno por si los médicos no llegaran cuando la manguera se tirara de nuevo. Sin embargo mi familia se enteró y no dejaron que esto se realizara.”

Perdió 15 kilos de pesos por la enfermedad

Ante la falta de apetito por días, la pérdida de peso fue notable en Ricardo, pues llegó a perder cerca de 15 kilos a raíz de esta situación.

 “Quedé, como dicen, en los huesos”, dijo el señor Gómez soltando una carcajada por algo que hace algunos meses le pudo haber costado la vida.

Fueron prácticamente 18 días durante los cuales Ricardo Gómez tuvo que estar con el tanque de oxígeno sin ser dado de alta, pues él no quería regresar a casa con una imagen fea para su familia, y cuatro días después le dieron la noticia de que ya podía regresar a casa.

“Cuando le dan a uno la noticia, es una lluvia de sentimientos, cuando estaba a punto de ingresar pensé en mi familia, no quería dejarlos con una deuda, pero cuando ya estaba en el hospital tuve miedo de morirme, dejar un vacío en casa que seguramente les iba a costar mucho a ellos superar. Cuando me dieron de alta y vi a mi familia me solté a llorar porque uno llega a pensar lo peor dentro del hospital. De repente sólo se escuchaba que el de la cama tal ya había fallecido y sólo de pensar que podías ser el siguiente, es un sentimiento que en verdad es indescriptible. Morir solo es algo muy feo y más en esas condiciones, no te despides de tus seres queridos, no sabes si es de día o de noche, pierdes la noción del tiempo. Pero la vida me dio una nueva oportunidad de vivirla y aquí estamos, de pie”, dijo Ricardo con lágrimas en los ojos al recordar todo el proceso.

Investigadores de la Dirección General de Epidemiología del Gobierno de México indicaron que según la distribución por sexo en los casos confirmados, se muestra un predominio de 64% en los hombres, teniendo una mediana en general de edades de 64 años.

Hasta el 18 de diciembre, en el mundo han sido confirmados más de 72 millones 851 mil 747 casos positivos por coronavirus, siendo Europa y América los continentes más afectados en esta pandemia.

Según el comunicado técnico diario de la Secretaria de Salud (Sesa), Benito Juárez lidera la lista con mayor número de casos positivos detectados, con siete mil 229 acumulados, teniendo cinco mil 764 personas recuperadas y mil 263 defunciones, siendo el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) la institución con mayor número de personas atendidas que han fallecido, registrando mil 8, hasta el corte del 26 de diciembre.