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Capturan al hijo de "El Ojos", fundador del Cártel de Tláhuac en CDMX
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El Biix u Ochovario es una celebración arraigada en el municipio de Lázaro Cárdenas que suelen realizar las familias para despedir a sus difuntos, quienes emprenden el retorno al más allá, donde esperaran que se les conceda nuevamente el permiso para visitar a sus parientes vivos el siguiente año, actividad que se lleva a cabo ocho días después de la celebración del Día de Muertos.
Del 31 de octubre al 2 de noviembre, las ánimas reciben el permiso para visitar a sus parientes vivos, de modo que se les recibe en casa con ofrendas.
Pero de acuerdo con las tradiciones locales, a los ocho días (7, 8 y 9 de noviembre), se realiza el Biix u Octava, también conocido como Ochovario, que es la celebración de despedida de las ánimas que retornaran a su descanso eterno.
Costosa celebración
Desde muy temprano las familias se reúnen para despedir a las ánimas, que fueron recibidas la semana anterior, preparando el desayuno que se coloca en el altar, por lo general pan y chocolate: al medio día, la comida y por la noche se coloca el mucbipollo y los chachacuahes. Para iluminar su travesía de retorno, las familias colocan las velas (anteriormente prendida en los altares), en la puerta de las casas.
Las familias Grinda Cab, Grinda Angulo, Chale Grinda, Maglah Grinda, entre otros familiares, se reunieron para esta actividad y compartir gastos debido a que los insumos con los que se elaboraron los mucbipollos aumentaron mucho este año, además de que con la pandemia la economía se vio afectada.
Janiz, miembro de la familia, explicó que este año subieron el tomate, la hoja de plátano, el espelón, la cebolla y la manteca, entre otros insumos, de ahí que se decida compartir los gastos que fueron de alrededor de dos mil 500 pesos.
En esta comunidad, como en otras del municipio, la celebración del Hanal Pixán dura toda una semana, contrario a otros lugares del estado y el país; incluso se cree que, durante todo noviembre, las familias están a tiempo de celebrar a sus fieles difuntos si por alguna razón no pudieron hacerlo el 31 de octubre o 1 y 2 de noviembre, incluso, a los ocho días siguientes.
Por Luis Enrique Cauich
