Testimonios de víctimas de Erath, el presunto violador de Quintana Roo

Víctimas de Erath cuentan la pesadilla que vivieron con el presunto violador, acusado de abusar de al menos 40 mujeres en Quintana Roo
lunes, 5 de octubre de 2020 · 05:00

Elsa, a sus 17 años de edad, creyó que Erath –acusado de abusar sexualmente de por lo menos 40 mujeres y actualmente detenido- era el amigo que la ayudaría a salir del problema que vivía en ese momento, pues su exnovio, sin su consentimiento, había subido a internet un video íntimo de ella.

No conocía a Erath cuando la contactó por Facebook y le ofreció ayuda para eliminar el video sexual. Su oferta le hizo ver una luz sin imaginar que otra pesadilla, que duró alrededor de nueve meses, estaba por iniciar, pues vivió violaciones, prostitución, abusos y amenazas. 

#QuintanaRoo Vu00edctimas de Erath dan su testimonio sobre lo vivido con el presunto violador ud83dude14 Conoce sus historias...

Posted by Por Esto Online on Monday, October 5, 2020

Alicia es otra de las víctimas de Erath, ella tenía 12 años de edad cuando lo conoció en persona. Luego de varias semanas de contacto a través de redes sociales, él se ganó su confianza hablándole con palabras dulces hasta que ella aceptó verlo.

Para conocerse la citó en un parque, ella aceptó pues pensó que así no corría peligro pues era un sitio público. Eso no amilanó a Erath para lograr su objetivo.

“Se sentó junto a mí en una jardinera, me agarró la pierna y aunque le dije que no, él no se detuvo, siguió avanzando…”. Cuando Elsa entendió que en cada segundo transcurrido su intimidad era más violentada, tomó valor y emitió un no más contundente y se fue.

“Si la cita hubiera sido en otro sitio él no se habría detenido. Ahora sé que estuve en peligro”.

La Fiscalía General del Estado (FGE) informó que personal de la Fiscalía Especializada en Delitos contra la Libertad Sexual, lograron la vinculación a proceso de Erath “J” por el delito de violación en agravio de dos menores, registrados en distintas fechas en Cozumel y Playa del Carmen y fue vinculado a proceso el pasado 26 de septiembre por violación en agravió de dos menores y desde el 29 de septiembre se encuentra preso en el penal de Cozumel.

Tiene cara de niño, pero se transforma al oír un no

Habían pasado unos días desde que Elsa empezó a vivir en la casa de una de sus amigas de Bachilleres y mientras navegaba en su cuenta de Facebook le llegó un mensaje por Messenger, con un saludo cordial y una oferta que resultaba el fin del principal problema que en ese momento tenía.

Un video sexual de ella y con su ex novio fue subido a web por su ex pareja y en éste se leía el nombre completo de Elsa. Así fue como Erath la ubicó en la red social y le ofreció ayudarla a desaparecer de internet el contenido privado e íntimo.

Tras una semana de hablar y de ganarse la confianza de Elsa, el encuentro físico ocurrió en Plaza Américas, se suponía que Erath llevaría su computadora y ahí mismo eliminaría el video.

“Me dijo que por distracción se le había olvidado la computadora en su casa, que lo acompañara por ella”, recordó Elsa. En ese momento una alarma en su interior se encendió pero él le ofrecía quitar el video antes de que sus papás lo vieran o supieran de su existencia, así que accedió.

Abordaron un taxi que los llevó a Playacar, pasaron dos casetas de vigilancia antes de llegar a la casa de Erath. Era muy grande, no tenía sala, solo unos bancos en la barra de la cocina.

“Me senté en un banco y él me ofreció agua, yo acepté. Él iba a subir para ir por la computadora y me dijo que fuera, pues no tenía laptop, sino de escritorio. Algo me decía que no subiera, pues no lo conocía, pero una vez más pensé en que tenía que bajar ese video. Subí”, narró.

Al llegar a la recámara vio a Erath jugando videojuegos y ella decidió sentarse en la cama, apenas pasaron unos minutos cuando se dio cuenta que el cuerpo se le entumía, que sus movimientos eran torpes. Analizó la posibilidad de correr a la puerta y bajar las escaleras, pero enseguida la desechó, pues la torpeza en sus movimientos iba en aumento.

“Me drogó”, dijo.

Tras un corto, muy corto tiempo, ella articuló algunas palabras y Erath volteó sorprendido a verla y se acercó a ella, se sentó a su lado y tras algunas caricias en el cabello y rostro le ofreció un cigarro de mariguana. Le dijo que no, pero insistió y también aceptó. El cuerpo estaba cada vez más entumido.

Elsa ya llevaba algunas horas viviendo la pesadilla de la que tardó más de un año en salir, pero eso aún no lo sabía.

“Me va a violar, me va a violar”, pensé. El pensamiento se hizo realidad.

“La cara de niño bueno se le transformó cuando me apretó las mejillas con una mano. Se veía como una persona mala, muy mala. Me cuestionaba por qué no demostraba placer. Me apretó del cuello también. Yo no tenía fuerzas”.

Tras ese encuentro siguieron otros más, pero ahora con la advertencia de que él también tenía video de la violación y podía subirlo a redes si Elsa se reusaba a verlo.

“No toleraba que le dijera que no, debía estar disponible a la hora que fuera, cuando fuera y en donde fuera. Llegué a sentir que éramos novios. No sabía, no razonaba que me estaba haciendo daño. Luego de tener relaciones me tiraba dinero en la cara, con fuerza lo aventaba”.

Tras unos meses, Erath le hizo otra propuesta: tratar bien a uno de sus amigos y aunque se negó él se encargó de convencerla.

Un taxi enviado por Erath fue a la casa de Elsa para llevarla  a la casa del amigo, quien tras tener relaciones sexuales con ella le dio dinero y droga. A partir de ahí Elsa dejó de tener vida, él tomó el control total  de ella. En cinco ocasiones tuvo que tratar bien a ese amigo, luego de que él se despidió.

“La última vez me dijo que ojalá me alejara de Erath”.

Al poco tiempo, cuando ambos iban en barco de Playa del Carmen a Cozumel, él le avisó que su jefe quería conocerla y debía tratarlo bien. Ella sabía que Erath se dedicaba a actividades peligrosas lo que la hizo pensar que al final la matarían.

Era un hombre viejo. Erath estuvo en el cuarto del motel, vio todo.

Cuando entraron al lugar era de mañana, al salir ya había oscurecido; Elsa no supo cuántas horas estuvo ahí.

Pasaron 15 días luego de eso, en los que no supo nada de Erath, hasta que él la buscó para decirle que “había otro” quien al conocer a Elsa la vio “muy chiquita” y se fue.

“Eso fue a finales de noviembre. En mi cumpleaños en diciembre me felicitó y me mandó regalos, luego me bloqueó. Como que iniciando año me bloqueó y ya no supe más de él y solo así fue como me libre de eso, porque de no haber sido así, yo seguiría ahí o tal vez ya estaría muerta”.

Alicia tenía 12 años

Ya pasaron nueve años de haber conocido a Erath y aunque estuvo frente a él por un corto tiempo supo usarlo para aprovecharse de ella. No recuerda bien como fue el primer acercamiento virtual, pero sí que lo tenía como contacto en Facebook y en skype.

“Hacíamos videollamadas, él decía que éramos amigos y platicábamos sobre que tocaba la guitarra y cantaba hasta que un día me dijo que debíamos conocernos”.

La propuesta causó desconcierto en Alicia, porque sabía que él era mayor y solo lo conocía por internet, pero él le insistió hasta que la convenció y quedaron de verse en un parque del fraccionamiento en donde ella vivía.

“Enfrente (del parque) había seguridad y se me hizo un lugar seguro para conocerlo”.

Elsa fue al parque, a la fecha aún recuerda el short que llevaba puesto, por alguna razón ese dato sigue fresco en su mente. Se sentaron en un macetero de concreto. Ella tenía una pierna doblada sobre el asiento y la otra descansaba en piso.

“Empezamos a platicar, mientras tanto él empezó a acariciar la pierna y yo le decía que no… me masturbó, me tocó. Le quité la mano y le dije que me tenía que ir. Estuve ahí como 30 minutos máximo, no pasó más tiempo, 30 minutos máximo todo el encuentro”.

Entre 2015 y 2016 la volvió a buscar para regalarle un Iphone a cambio de que ella le mandara fotos pero Elsa se negó; luego se enteró que una chica inició la recolecta de testimonios de quienes habían sido acosadas por Erath.

“Cuando sucedió no me di cuenta de lo que era (abuso sexual), yo solo pensé que tal vez yo tenía la culpa porque yo fui quien dijo está bien vamos a vernos. Yo me sentía culpable. Siento que hasta después fue cuando caí en cuenta”.

Hay más de una violación por día

En Quintana Roo del 2005 al 2020, seis mil 330 mujeres han sido violadas, es decir en promedio 422 por cada año, más de una por día, esto de acuerdo a las cifras mostradas por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

De acuerdo al semáforo delictivo creado con cifras del Secretariado, en agosto cinco de los 11 municipios de Quintana Roo – Cozumel. Othón P. Blanco, Benito Juárez, Solidaridad y Puerto Morelos- tienen en rojo el indicador de los delitos de violación.

En lo que va de la presente administración estatal –septiembre de 2016 a agosto de 2020- han sido reportados mil 70 casos de violación; durante los primeros cuatro meses fueron puestas 97 denuncias; en 2017 fueron 220; en 2018 contabilizan 129; en 2019 fueron 255  y de enero a agosto de 2020 ya suman 379. 

En ese mismo lapso 4 mil 97 personas han sufrido  abuso sexual, acoso sexual, hostigamiento sexual, violación simple, violación equiparada, incesto y otros delitos que atentan contra la libertad y seguridad sexual, el más año más alto en ese tipo de delitos ha sido el 2019 pero de enero a agosto del 2020 ya suman mil 5 reportes, según cifras del secretariado.

Por Eva Murillo