Mujeres, de víctimas a homicidas en Yucatán

En los últimos siete años, 13 mujeres han sido enjuiciadas por asesinar a su pareja sentimental
miércoles, 10 de marzo de 2021 · 13:35

Los últimos siete años han registrado 13 mujeres procesadas por el delito de homicidio en razón de parentesco, es decir, por asesinar a su pareja sentimental.

Siete de ellas, que representan el 53 por ciento de los casos, antes de convertirse en homicidas fueron objeto de violencia por parte de quienes tiempo después se convirtieron en sus víctimas y por cuyos homicidios recibieron condenas superiores a los 30 años de prisión, castigo que todavía purgan en alguno de los cuatro centros penitenciarios que hay en Yucatán.

Durante los últimos 11 meses, en Yucatán han sido detenidas cuatro mujeres acusadas de asesinar a su esposo; en tres de los casos, las inculpadas sufrían violencia familiar y los crímenes fueron como consecuencia de los malos tratos. Su defensa trataría de acreditar estos hechos para reclasificar el delito y reducir la pena.

En los últimos siete años, desde que se tipificó el delito de feminicidio como grave, en Yucatán han sido abiertas 25 carpetas de investigación por el delito de homicidio en razón de parentesco. De esa cantidad, 12 han sido por los crímenes cometidos por hijos, hermanos y familiares cercanos contra hombres.

Los otros 13 han sido por homicidios cometidos por mujeres contra sus parejas sentimentales, ya sea esposos o pareja sentimental. En siete de estos casos, las mujeres acusadas sufrían de violencia familiar.

Durante años, Claudia Guadalupe V.E. fue víctima de violencia de manos de su marido Diego Alberto D.K. La mujer era golpeada cada que el individuo llegaba borracho a su casa. El 19 de septiembre del 2019 lo mató a cuchilladas en su predio de Mulchechén, Kanasín.

La mujer se entregó a la policía, aceptó el crimen y entregó el arma homicida, por lo cual fue procesada por el delito de homicidio en razón de parentesco.

Su defensa intentó que se reclasificara el asesinato a homicidio en riña u homicidio en defensa propia; en el primer caso, la pena máxima sería de 15 años prisión, en el segundo, quedaría libre.

Los abogados de oficio lograron acreditar que la acusada era víctima de violencia familiar. Testigos aseguraron al Tribunal que el día del crimen el esposo violentó, ya que le jaló el cabello y la golpeó, pero estas pruebas no fueron suficientes. Tras el proceso judicial fue condenada a 30 años prisión, condena que purga en el Centro de Readaptación Social Femenil de Mérida.

En el 2014, Cecilia G.R. fue condenada a 20 años de prisión por matar a su esposo. Ella era víctima de violencia. El día del homicidio, el sujeto, en estado de ebriedad, comenzó a golpearla, así que cansada de los malos tratos agarró un cuchillo y se lo clavó en reiteradas ocasiones a la víctima.

Fueron 18 heridas en total las que le infligió, cinco de ellas en el pecho. La mujer, vecina de Kanasín, se encuentra en el Cereso de Mérida. Aún le quedan 13 años de prisión. La defensa argumentó a su favor la historia de violencia, pero esto no fue considerado.

Caso contrario sucedió con Emily Gabriela “N”, quien fue procesada por homicidio en razón de parentesco, hecho que ocurrió en el 2018. La mujer asesinó de varias puñaladas a su marido, pero durante el juicio oral la defensa logró acreditar que era víctima de violencia.

El día del crimen, el ahora occiso comenzó a golpearla con una pala. La reacción de la inculpada fue defenderse. El Tribunal consideró los antecedentes de violencia y decretó que el crimen fue en defensa propia, así que recuperó su libertad luego de estar dos años en prisión.

SY