En una enérgica respuesta al reciente debate presidencial, el presidente Andrés Manuel López Obrador expresó su descontento, acusando que las preguntas planteadas durante el evento favorecieron las narrativas de la oposición y se enfocaron en criticar su administración.
En su conferencia mañanera de este 9 de abril y con la presencia de 23 gobernadores y el Jefe de Gobierno provenientes de Morena y sus aliados, el mandatario mexicano argumentó que el debate parecía diseñado para minar los logros de su gobierno.
“La base de las preguntas en el debate provino de los argumentos habituales de nuestros detractores, ignorando completamente los avances significativos logrados en la lucha contra la corrupción”, declaró el Ejecutivo federal.
A pesar de lo que considera una estrategia en su contra, sostiene que su administración salió indemne.
El presidente también hizo referencia al papel de Denise Maerker como moderadora del debate, instándola a realizar un análisis que distinga entre las administraciones pasadas y la actual, particularmente en temas como la condonación de impuestos a grandes corporaciones.
“Es esencial reconocer las diferencias fundamentales en cómo se aborda la corrupción ahora, en comparación con el pasado. Un ejemplo clave es el fin de la práctica de condonar impuestos a empresas influyentes, una medida que antes era común”, explicó López Obrador.
Aprovechó la ocasión para resaltar la importancia de su conferencia mañanera como un medio para ejercer el derecho de réplica y mantener informada a la población, a la cual elogió por su conciencia y participación activa en el proceso democrático.
El presidente cerró su intervención reafirmando la fortaleza de su gobierno para soportar críticas y campañas de difamación, tanto nacionales como internacionales, refiriéndose específicamente a recientes ataques en redes sociales y críticas por parte de medios extranjeros como The New York Times.
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