Jorge Glas se recupera y regresa a la cárcel tras incidente en la Embajada de México en Quito

El exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas, cuya detención en la Embajada de México en Quito provocó un escándalo internacional, se encuentra en condición estable después de una emergencia médica y será trasladado de nuevo a la prisión de máxima seguridad, según informó el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad (SNAI) de Ecuador.

Tras su arresto en un controvertido operativo policial en la sede diplomática mexicana, Glas fue llevado al hospital Naval en Guayaquil debido a una descompensación. 

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Informes preliminares apuntaban a una posible sobredosis de medicamentos, aunque las autoridades penitenciarias sugirieron que su condición se debió a una huelga de hambre.

El SNAI, en un comunicado reciente, anunció que Glas, tras ser sometido a evaluaciones médicas, "presenta parámetros de salud estables" y está listo para recibir el alta. 

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Se espera su inminente retorno a "La Roca", el apodo de la cárcel de máxima seguridad en la que se encuentra recluido, para continuar cumpliendo su condena.

La declaración oficial no detalló la naturaleza exacta del incidente médico de Glas, lo que ha generado críticas por parte de su defensa legal ante la falta de claridad y transparencia. 

Andrés Villegas, abogado del exvicepresidente, expresó su preocupación por la divergencia entre los informes policiales y las declaraciones del SNAI, indicando una urgente necesidad de información oficial precisa.

Glas, quien también sirvió como ministro y vicepresidente bajo la administración de Rafael Correa, y brevemente bajo Lenín Moreno, buscó asilo en la Embajada de México a fines del año pasado, concedido días antes de su detención. 

Su arresto y el subsiguiente asalto a la embajada por parte de las fuerzas ecuatorianas han tensado las relaciones entre Ecuador y México, con repercusiones diplomáticas aún por resolver.

Este incidente ha atraído la atención internacional, en medio de debates sobre los límites de la diplomacia, la soberanía de las embajadas y la lucha contra la corrupción en Ecuador. 

Mientras tanto, Glas enfrenta cargos por malversación de fondos y aún debe completar sentencias previas relacionadas con corrupción, que lo mantuvieron tras las rejas durante casi cinco años.

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