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El desabasto de los medicamentos, el alto costo de estos y la falta de atención a niños mayores de cinco años en el Centro de Rehabilitación y Educación Especial (CREE), forman parte de las principales dificultades que enfrentan las personas con Trastorno del Espectro Autista (TDA) y Trastorno de déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), así como sus familias, quienes llamaron a empresarios, dependencias y demás instituciones a sumarse al programa de apadrinamiento encabezado por la Asociación de Trabajadores Sociales de Campeche.
El costo de las medicinas recetadas a los menores oscila entre los 700 y mil 750 pesos, sin embargo, las tutoras de los menores con dicha condición expusieron que sólo les duran 14 días y el mayor problema es que no los encuentran. Actualmente, la Asociación “Por un Cambio Social” tiene un programa de apadrinamiento la que se han sumado 12 organismos y personas, quienes entregan 500 pesos mensuales para adquirir sus medicamentos, sin embargo, todavía existen 14 menores en espera de ser apoyados este año.
En entrevista a POR ESTO!, la señora Gabriela Mex compartió que a su hijo Gerardo, quien actualmente tiene 9 años, le detectaron TDAH desde que estaba en preescolar, momento en el que presentaba problemas para recordar lo que hacía y dónde dejaba las cosas, además de que su comportamiento con sus familiares era distante y con miedo, por lo que prefería no socializar y quedarse en su casa. Aunado a ello, hace dos meses le diagnosticaron autismo.
Añadió que lo que más aflige a las familias que tienen a menores en dicha situación es la falta de los medicamentos, pues su pequeño ha estado hasta dos meses sin recibirlo, lo que le ha causado algunos episodios de alteración que ella ha intentado calmar a base de diálogo, comprensión y cariño.
“Tenemos muchas necesidades porque el medicamento sobre todo está caro y la verdad no nos alcanza, a veces no lo conseguimos porque no hay”, expuso, para luego añadir que Gabriel presenta también un aprendizaje muy lento, ya que no va al mismo nivel de sus compañeros de clases, aunque con un persistente trabajo ha logrado avanzar en el tema de la escritura.
Por su parte, Lucía Pastrana comentó que su hijo Kevin sufre de epilepsia, autismo y TDAH desde los tres años, debido a esto se vio en la necesidad de dejar su empleo para poder llevar al menor a sus terapias tres veces por semana. Destacó que para que una persona en esa condición avance, se requiere un trabajo multidisciplinario entre la familia y los especialistas. Sin embargo, pidió mayor inclusión en el tema de la atención en algunas instituciones, ya que en el caso del Centro de Rehabilitación y Educación Especial, sólo atienden a menores de cinco años.
“Se les pide el apoyo a las autoridades, a las estancias más que nada, porque yo tengo una experiencia en el CREE donde te piden un cierto rango de edad para que puedan ser atendidos. Mi hijo estuvo en apoyo ahí pero ya cuando cumplen cinco años los dejan de atender ¿Por qué negarnos el servicio si prácticamente ahí nosotros pagamos? No nos lo dan gratis, yo pagaba 150 pesos cada terapia y él iba tres veces a la semana, no queremos que nos lo regalen, pero sí que nos apoyen con la empatía de darnos la atención sin poner un rango de edad como requisito”, expuso.
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GC
