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En medio de críticas de alumnos y maestros, pero con extensas alabanzas de medios pagados en radio y redes sociales, José Antonio Ruz Hernández anunció su reelección para un tercer periodo al frente de la Universidad Autónoma del Carmen (Unacar); sin embargo, pesan sobre él varios señalamientos de corrupción e incluso hay abierta una investigación por desvío de recursos en lo que se llamó “La Estafa Maestra”.
Ruz Hernández es acusado por desviar dinero de la matrícula e incrementar el costo a discreción, además de manejar el presupuesto de la Unacar para su beneficio, de lo que varios profesores aseguran tener la documentación acusatoria; sin embargo, al ser protegido presuntamente por el Gobierno Estado, al rector de la máxima casa de estudios carmelita no se la ha podido culpar de nada, hasta el momento.
En las elecciones del 2015, se presume que el candidato a la gubernatura obtuvo recursos de la Unacar para financiar su campaña política, e incluso Ruz Hernández tomó partido activo con la promoción del mismo.
Ante ello, el asesor en Planeación Estratégica en el Tipo Educativo Superior, Juan Pablo Cetina Monterrey, así como una parte del sector estudiantil, reprueban el tercer periodo rectoral de José Antonio Ruz Hernández en la Universidad Autónoma del Carmen, quien se encuentra envuelto en la Estafa Maestra por 632 millones que fueron desviados a 26 empresas fraudulentas mediante la violación a la ley federal de adquisiciones.
Cetina Monterrey indicó que con este tercer periodo de reelección se da un estado total de ingobernabilidad universitaria, vergüenza de rector, vergüenza de Consejo Universitario que trasciende tristemente para la historia oscura de la gran Universidad.
Explicó que las 35 Universidades Públicas Estatales (UPE) en México, 35 grandes Instituciones de Educación Superior, 35 Leyes Orgánicas, muchos rectores y universitarios que luchan y han luchado por la equidad, la justicia y la autonomía universitaria; sin embrago, un rector que manipuló la legislación universitaria para ser la única UPE con reelecciones ilimitadas, es Ruz Hernández.
“El mismo señalado por facturar apócrifamente en el esquema de la Estafa Maestra, el que regaló dos hectáreas de la universidad sin beneficio para la misma, el responsable de que entre los últimos siete estados financieros dictaminados haya recibido seis opiniones “con salvedad” y una “negativa” (ninguna positiva) por no haber podido demostrar cuánto dinero tiene realmente la universidad”, indicó.
Cabe recordar que en abril se publicó que la Universidad Autónoma de Carmen tiene pendientes por aclarar ante la Auditoría Superior de la Federación (ASF) irregularidades por 12.2 millones de pesos de recursos federales ejercidos durante 2019 a través del Programa Subsidios para Organismos Descentralizados Estatales.
Ello pues el órgano fiscalizador federal determinó que la institución registró inobservancias a la normativa, principalmente en materia de destino de los recursos y servicios personales, así como del Convenio Marco de Colaboración para el Apoyo Financiero.
Además de incumplimientos en las obligaciones de transparencia, ya que no remitió los estados financieros dictaminados al Gobierno del Estado de Campeche.
No obstante, Cetina Monterrey mencionó que Ruz Hernández en diciembre de 2020 convenció al Consejo Universitario para preparar anticipadamente su jubilación con su sueldo de rector (sin cumplir el tiempo) para él y para tres concejales con sus sueldos de directoras (una ahora secretaria general) y ahora piensa modificar el acta de consejo.
Cabe mencionar que luego de haberse dado a conocer la reelección de Ruz Hernández en la página oficial de la Unacar por Facebook, surgieron comentarios negativos de alumnos en su contra.
De igual modo hay que recordar que Ruz Hernández firmó al menos siete convenios con dos dependencias del gobierno federal, a partir de los cuales se desviaron 632 millones de pesos a empresas fraudulentas.
Ruz Hernández llegó a la Rectoría de la Unacar el 28 de agosto de 2013. De allí, el 10 de septiembre de 2013, Ruz Hernández estampó su firma en el convenio con PEMEX-PEP número 420403822 para que la universidad prestara servicios “asistencia técnica y apoyo operativo” a la petrolera, por los que en 2013 recibió un total de 83 millones 953 mil pesos.
En la cláusula 13 de este convenio quedó “expresamente pactado” que la Unacar no podía subcontratar a terceras empresas. Sin embargo, la universidad violó esa cláusula y subcontrató sin pasar por ninguna licitación pública a dos compañías por 71 millones 33 mil pesos. Esta suma representa el 84.6 por ciento de los recursos que le dio Petróleos Mexicanos (PEMEX), por lo que la universidad violó además la ley federal de adquisiciones, la cual establece que no podía subcontratar más del 49 por ciento de esos recursos.
Así, más de 70 millones de pesos fueron desviados a dos empresas que no debieron recibir los recursos públicos.
En el 2014, la Universidad firmó siete convenios (seis con PEMEX Exploración y Producción y uno con Sagarpa-Senasica) por 901 millones de pesos, de los cuales 632 millones fueron desviados a 26 empresas gracias a este mecanismo de violación a la ley federal de adquisiciones. Además, se quedó con 268 millones como ‘comisión’, sólo por hacer de intermediaria en la contratación de estas empresas.
GH
