Recuerdan a joven campechano asesinado en la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa

Una mujer de Hopelchén narra como se enteró que su hijo fue asesinado hace 32 años en una protesta de la Escuela Normal Rural Isidro Burgos de Ayotzinapa.
martes, 13 de octubre de 2020 · 09:48

La lucha permanente que mantienen las normales rurales del país por contar con mejores estímulos para su formación educativa y las plazas automáticas al concluir sus estudios, han tenido un costo alto sobre todo por quienes pagaron con su vida.

Ayer recordaron que hace 32 años Juan Manuel Uicab Uicab recibió un balazo cuando estaba a punto de cumplir 19 años, y era parte de la comisión de normalistas campechanos que acudieron a la Normal Rural “Isidro Burgos” de Ayotzinapa, en el Estado de Guerrero.

Fue el 12 de octubre de 1988 cuando se conoció la noticia. Juan Manuel formó parte de la comisión para solidarizarse con la lucha de los alumnos de la Normal Rural “Isidro Burgos”. Pedían alimentación, alojamiento, becas, así como otros beneficios, pero policías rodearon el plantel para que las protestas no se salieran de control, aunque el enfrentamiento se dio con palos, piedras y bombas molotov por parte de estudiantes y de agentes protegidos con escudos, cascos, petos y rodilleras, con el adicional de portar armas que detonaron y una alcanzó a Juan Manuel, que cayó al patio de la escuela y no hubo oportunidad de darle los primeros auxilios, ya que el impacto fue letal.

Su madre había viajado a la capital del Estado para unos trámites cuando recibió la mala noticia. Fueron momentos de angustia y dolor, ya que Juan Manuel era su único hijo y fue el 14 de octubre cuando el cuerpo fue llevado a la Normal Rural “Justo Sierra Méndez” de Hecelchakán.

Ella se trasladó para estar presente en los honores que le rindieron a su hijo y ahora cada 12 de octubre los normalistas llegaban a esta ciudad con su banda de guerra para realizar una marcha en memoria de Juan Manuel, pero luego lo olvidaron.

A 32 años de distancia, doña Juana María preparó la comida que le gustaba a su hijo y por la noche colocó un altar para recordarlo.

Por Jorge Uc