Las plantas desfibriladoras del municipio corren el riesgo de quebrar, pues la falta de exportación del producto les ha generado pérdidas de más de 5 millones de pesos al quedarse con toneladas de paca resguardadas en sus bodegas, así lo informó José Antonio Lara Ferrera, dueño de la planta San Carlos.
El entrevistado comentó que se sigue importando al Estado la fibra de Brasil y otros países, por lo que los henequeneros hacen un llamado a las autoridades estatales y federales para que consideren darles una oportunidad a los productores locales de comercializar su producto y evitar el cierre de sus empresas, pues el gremio cuenta con más de 15 familias que todavía se dedican al 100 por ciento a esta actividad comercial: “Solicitamos un trato justo y oportuno para este olvidado sector del Estado”, señaló Lara Ferrera.
“Sin duda quedarse con el producto es un problema grave para los pocos henequeneros que aún dependen del campo, por lo que pedimos de manera justa procurar la comercialización de la fibra local. Los productores han tenido pérdidas económicas preocupantes, que amenazan con extinguir a las plantas desfibriladoras que están luchando por mantenerse a flote”, explicó el presidente de los Parcelarios Roberto Balam.
En ese sentido, el entrevistado informó que hace un tiempo tuvieron un pago de estímulo para la fibra, en ese momento los henequeneros aprovecharon para exponer la situación al secretario de Desarrollo Rural Jorge Díaz Loeza y al director de Agricultura José Bolio García, quienes se comprometieron a trabajar en una solución para el problema, pero hasta la fecha los afectados no han visto mejoras.
En el municipio hay dos plantas desfibriladoras llamadas San Carlos y Santa Rita, que sin duda están haciendo todo lo posible para conservar el oro verde de Yucatán ante la importación de materia prima de otras partes del mundo.
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LV