El Observatorio Astronómico de Acanceh es de los más antiguos del área maya y uno de los más recientes descubrimientos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en la localidad; sin embargo, la falta de difusión e interés por parte del Ayuntamiento ha ocasionado que el lugar pase desapercibido para el turismo nacional y extranjero.
Los recientes descubrimientos han revelado que el Cerrito de los Venados, como también se le conoce por ubicarse en ese fraccionamiento, no sólo es uno de los pocos observatorios solares en el área maya en el Norte de la Península, sino que también sirvió para la observación de Venus, el tercer astro más brillante de la bóveda celeste.
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La actual Comuna encabezada por Mario Cruz Herrera ha mostrado poco interés por la difusión turística del municipio, al grado de retirar las emblemáticas letras del nombre de la localidad que se encontraban en la plaza, sin que hasta el momento informe de su destino.
De acuerdo con vecinos del fraccionamiento Venados, son contadas las veces en que algún visitante llega a este sitio, ya que ante la falta de promoción por parte de las dependencias de turismo, y hasta del mismo municipio, este lugar es poco conocido.
Natividad Yam Chalé, vecina del lugar, señala que los últimos visitantes del observatorio fueron unos estudiantes de la Escuela Secundaria Técnica No.13: “Hace como un mes aproximadamente, vinieron unos estudiantes junto con su maestra a ver un fenómeno de sombras o algo así. Tardaron haciendo pruebas, entraban y salían del observatorio, como dos horas hicieron y luego se retiraron, ya desde esa fecha nadie más ha venido”, mencionó la vecina.
Los primeros estudios revelaron que la también llamada Estructura 6-A fungía como observatorio astronómico solar, a eso se debió la visita de los estudiantes de la Secundaria Técnica, para presenciar el fenómeno arqueo-astronómico del Sol sobre el cenit, del cual informó POR ESTO!
El Cerrito de los Venados comprende un pequeño edificio de apenas 1.90 metros por 1.20 metros; con una entrada de 40 centímetros de ancho y 90 centímetros de altura, y según las ofrendas que había en el lugar durante su hallazgo, se pudo determinar que se trataba de un Observatorio Astronómico maya.
La investigadora Beatriz Quintal Suaste señaló que, aunque en un principio se determinó que era un observatorio cenital, es decir, que a través de eventos solares se podía pronosticar la lluvia y de esta manera medir los tiempos agrícolas de los mayas, el lugar también funcionó para la observación de Venus.
Luego de una serie de estudios, se comprobó que el observatorio solar está alineado con Venus, función que lo convierte en un edificio multifuncional y destinado exclusivamente para el uso de la élite maya, específicamente para los sacerdotes astrónomos.
Venus fue representada como deidad por los antiguos habitantes de estas tierras, de nombre Noh Ek, y cuyo cálculo astronómico está contemplado en el Códice de Dresde.
Al costado Sur del observatorio se visualiza la máxima salida de Venus al Norte, suceso que se registra cada 584 días cuando el planeta está en período de Lucero del Atardecer.
Dicho cálculo de 584 días de duración en su ciclo calendario está representado incluso en uno de los tres códices que lograron sobrevivir de la antigüedad.
A pesar de su relevancia histórica y como patrimonio cultural, los lugareños señalan que son muy pocas las personas que llegan a visitar el observatorio maya.
Este vestigio se encuentra ubicado sobre la calle 21 entre 8 y 10, rumbo al municipio vecino de Cuzamá; el lugar está abierto todo el día durante los 365 días del año y la entrada es gratuita.
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GC