Paraíso Sisal es una bomba de tiempo; especialistas exigen a las autoridades frenar el ecocidio

"Están acabando con la gallina de los huevos de oro”, advierten los especialistas en referencia al grave daño ambiental que se genera con las construcciones en la zona
lunes, 13 de marzo de 2023 · 08:10

Especialistas e investigadores hicieron un llamado a las autoridades para detener la construcción del desarrollo inmobiliario Paraíso Sisal, el cual calificaron como una bomba de tiempo por las graves afectaciones que causa a la Reserva Estatal El Palmar, la mejor conservada del Estado, y a la costa yucateca al acelerar el proceso de la erosión de sus playas.

Alertaron que, a pesar de no formar parte “oficial” de El Palmar, por el Decreto 293 que expidió la gobernadora Ivonne Ortega Pacheco en 2010, Paraíso Sisal se encuentra en una zona de playas de siete kilómetros, un punto de intersección entre el mar y los humedales protegidos, una zona frágil cuya afectación pone en riesgo de extinción a la flora y fauna endémica.

“Están acabando con la gallina de los huevos de oro”, advierten los especialistas al señalar el grave daño ambiental que se genera.

El Servicio de Información sobre Sitios Ramsar señala que El Palmar alberga una población importante de flamencos mayores Phoenicopterus ruber y se han registrado 15 especies de patos. La reserva también proporciona un lugar de anidación para la tortuga carey Eretmochelys imbricata, en peligro de extinción; mientras que la pesca y la caza, que promueve Paraíso Sisal en sus anuncios publicitarios, son las principales amenazas potenciales para el sitio, así como la agricultura y la recolección de hojas de palma.

Pero, además, los especialistas señalan que el desarrollo inmobiliario Paraíso Sisal también debilita la duna costera y la zona colindante de manglares, lo que eleva el riesgo de que se incremente la erosión en la zona y que se generen inundaciones severas en el Pueblo Mágico de Sisal.

En Paraíso Sisal, los propietarios mayoritarios, los hermanos Daniel y Víctor Campos Agüero y Fernando Eugenio e Isabel Barbachano Herrero, lograron que en 2018 la Semarnat les aprobara la lotificación de 416 predios, lo que les había sido negado en 2006 por la misma dependencia. El argumento fue el Decreto 293, que dejó “fuera” al desarrollo habitacional de la reserva estatal.

“Tirando dinero al mar”

“Sisal es una bomba de tiempo”, alertó la investigadora asociada del Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Gabriela Mendoza González. “Se está prácticamente matando a la gallina de los huevos de oro”, añadió.

La especialista del Laboratorio Nacional de Ciencias de la Sostenibilidad advirtió que Paraíso Sisal está instalado muy cerca de la playa, en áreas erosivas, lo que causa que la zona de amortiguamiento sea insuficiente.

Por su fragilidad es un área protegida: “Ignoro cuáles fueron los motivos para otorgar los permisos para la construcción de este desarrollo en una zona de alta vulnerabilidad ecológica y que no se lleve a cabo de manera civilizada y acorde con la naturaleza”, apuntó.

Además, señaló que los compradores “prácticamente están tirando su dinero al mar, porque a mediano o largo plazo las casas estarán inmersas en problemas de erosión e inundación y se verán obligados a construir infraestructura para mitigar el impacto”.

Asimismo, comentó que la infraestructura urbana, sin zonas de amortiguamiento adecuadas, también modifica muchos procesos de sedimentación que van nutriendo la playa y afecta el hábitat de especies emblemáticas, como las tortugas marinas, al igual que problemas como aves que anidan en la costa y la fosa de cocodrilos.

Construcción no recomendable

El director del grupo de biólogos Ekuneil Península de Yucatán, Pedro Nahuat Cervera, fue más allá y advirtió que el desarrollo de Paraíso Sisal, en los márgenes de la reserva de El Palmar, no es recomendable porque no sólo atenta contra la fauna endémica de la región, sino que además interrumpe el ecosistema de reservas de la biosfera de Yucatán y Campeche.

Explicó que la reserva El Palmar es una zona de alta vulnerabilidad que debe ser protegida, porque es muy importante para el equilibrio ambiental de la Península, ya que sirve de puente entre las reservas de la biosfera de Los Petenes, en el Estado de Campeche, y la de Celestún, así como las reservas de índole estatal, tales como las ciénegas de la costa Norte del Estado.

“Los ecosistemas que se encuentran en la zona de El Palmar son de los pocos que hay en la Península, como la duna costera y el manglar, cuya representatividad en México es baja, de ahí la relevancia de poder conservarlos”, expuso.

“Están destruyendo una zona costera que es muy importante y que es casa de especies endémicas que tiene la Península de Yucatán”, aseveró el especialista.

¿Corrupción en permisos?

Respecto a los motivos para que se conceda una licencia en zonas ecológicas protegidas, el experto teorizó sobre dos posibilidades: la primera, que en muchas ocasiones existe corrupción en el otorgamiento de permisos para construir en esta zona; y segundo que se sustente el proyecto sobre estudios de impacto ambiental mal hechos.

Pero el problema no es meramente ecológico, ya que por su ubicación el desarrollo Paraíso Sisal acelera el proceso de la debilitación de la duna costera y de la zona de manglares, “esto podría elevar el riesgo de inundaciones severas en Sisal”, advirtió el investigador de Facultad de Ciencias de la Universidad Autónoma de México UNAM, Carlos Rosas Vázquez.

Detalló que Sisal es una zona peculiar porque se encuentra entre el manglar y el mar, una tierra estrecha que es protegida por la duna costera de inundaciones.

 

Reconoció que, tras su nombramiento como Pueblo Mágico, el flujo de turismo en Sisal se ha elevado, así como la demanda de servicios; pero el problema se ha agravado al permitir el desarrollo inmobiliario donde se altera el ecosistema de la duna que protege a la población y que también afecta la zona de los manglares, como sucede con Paraíso Sisal.

Los especialistas hicieron un llamado a las autoridades para que frenen e investiguen a fondo los daños causados por Paraíso Sisal al medio ambiente y la duna costera, pero sobre todo el porqué se permitió el permiso para su desarrollo en una zona que pertenecía a la reserva El Palmar y que es muy vulnerable a la acción del hombre.

Continuará...

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CC