¡Ecocidio en Río Lagartos! Acusan al Ayuntamiento de destruir manglares

El ambientalista Julián Rojas expuso que el desarrollo urbano amenaza la duna costera, los manglares, plantas de coco y la vegetación de Río Lagartos
viernes, 15 de diciembre de 2023 · 09:16

El desarrollo urbano en la Reserva de la Biosfera Ría Lagartos está generando graves problemas ambientales, entre ellos la tala de vegetación nativa y de mangle, la sustitución de vegetación de las dunas y el desmonte de selvas, advirtió el ambientalista Julián Rojas.

Aunque se desconoce qué tan grave es el problema, los últimos estudios demuestran que en el periodo 1976-2000, se transformaron 7 mil 341 ha correspondientes al 12.2 por ciento de la superficie total de la reserva, a pesar de que desde 1986 fue decretada como Humedal de Importancia Especialmente para la Conservación de Aves Acuáticas Reserva Ría Lagartos.

El 21 de mayo de 1999 fue decretada como Reserva de la Biosfera Ría Lagartos y la deforestación disminuyó, sin embargo, los estudios revelan que del 2000 al 2009 se transformaron 88 has, de las cuales 79 fueron de dunas costeras, seis de manglar y 3 de tular.

El biólogo comentó que las amenazas que enfrenta la reserva es, en la duna costera, el establecimiento de plantaciones de cocos, particularmente en la zona de El Cuyo.

Adicionalmente, la vegetación de duna costera ha sido sustituida o transformada por la actividad salinera, lo que ha modificado el declive y se han alterado los procesos naturales de sedimentación. Además, la presión demográfica (Las Coloradas y El Cuyo) ha contribuido a la deforestación de la duna costera.

Mientras que con los manglares, un impacto importante es el desarrollo urbano, ya que los poblados más grandes (San Felipe y Río Lagartos), se han construido ganando terreno al rellenar la ciénaga con desperdicios sólidos para la edificación de viviendas.

Asimismo, en áreas contiguas a las salineras se observa manglar muerto, como es en la carretera que va a Las Coloradas, después del puente, y el costado Sur del camino costero a las bombas de San Fernando. En las Alegrías se observa lo mismo.

Otra de las principales amenazas en la Reserva es el desmonte de grandes extensiones para ser utilizado en la ganadería extensiva, actividad que es precedida por la roza, tumba y quema. La ganadería como actividad productiva presenta varios problemas para alimentar al ganado sobre suelos de tzekel (con un elevado grado de pedregosidad), representa el desmonte de 2 hectáreas de selva por cabeza de ganado.

Esto representa un costo ecológico muy elevado, ya que se destruyen grandes extensiones de selva, en tanto que los rendimientos no son necesariamente satisfactorios.

Con el desmonte y la acción de los animales, la composición de la vegetación cambia notablemente hacia especies vegetales comúnmente armadas con espinas, las cuales resultan ser poco amigables para el ganado.  El pisoteo de los animales endurece el suelo, lo que impide el rápido restablecimiento de la vegetación.

Además, se agrega la construcción de escolleras, diques y caminos, fragmenta el hábitat tanto de playas como de duna costera.

Esto modifica el declive, transforma el hábitat y alteran los procesos naturales que en ellos se llevan a cabo. Un impacto importante es en las tortugas marinas, ya que al alterarse el declive los quelonios no pueden regresar a la playa, lo que provoca su muerte. La construcción de carreteras y bordos ha modificado el flujo de agua en el manglar, particularmente en las entradas de San Felipe, Río Lagartos, Las Coloradas y El Cuyo.

Por otra parte, la creciente división de terrenos para venderlos como lotes para construir casas veraniegas es otra amenaza importante en la Reserva.

Por último, dijo que una de las causas de la fragmentación del hábitat son los incendios que ocurren en los tulares que limitan con zonas agropecuarias y áreas de selva cercana a los límites con el Estado de Quintana Roo y límite Sur de la Reserva, estos son originados por la acumulación de combustible producto del impacto de huracanes.

Dicha superficie en época de secas y quemas   que va de los meses de febrero a mayo son fácilmente siniestrables y un ejemplo claro son los incendios registrados en dichas zonas en estos últimos años.

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GC