Crisis de movilidad podría tener un impacto negativo en la calidad de vida de las personas de Mérida

El Instituto Municipal de Planeación de Mérida (Implan) tiene sobre la mesa dos problemas centrales que atender: la crisis de movilidad urbana y el desordenado crecimiento horizontal de Mérida que, de no atenderse adecuadamente, estos temas tendrán un impacto negativo en calidad de vida de los habitantes y en la sustentabilidad de la capital yucateca hacia el futuro.

Edgardo Bolio Arceo, director del Implan, detalló que actualmente circulan en Mérida alrededor de 450 mil vehículos, prácticamente uno por cada dos habitantes. Esta saturación vial se ha traducido en un deterioro del flujo vehicular, la conectividad y la eficiencia del transporte en la ciudad. 

Ante este problema, el funcionario municipal explicó que se pretende enfatizar en políticas que incentiven a un mayor porcentaje de personas a utilizar medios de transporte más sustentables, especialmente el sistema de transporte público.

Otro aspecto que preocupa son los índices de accidentes viales, que han crecido entre un 4 y un 8 por ciento en los últimos cuatro años, según cifras del instituto. Los puntos identificados con mayor siniestralidad son el Anillo Periférico y distintas intersecciones al interior de la ciudad.

Bolio Arceo agregó que en el diagnóstico realizado también se detectó la necesidad de fomentar una cultura ciudadana responsable en materia de movilidad, pues no se le puede delegar toda la responsabilidad únicamente a los operadores del transporte público.

Respecto al acelerado crecimiento urbano de Mérida, se indicó que la mancha urbana se expande a un ritmo superior al incremento poblacional. Esto provoca una ciudad cada vez más extensa y dispersa, situación que dificulta la prestación eficiente de servicios básicos.

Actualmente, Mérida posee en promedio 38 habitantes por hectárea urbanizada, muy por debajo de parámetros internacionales. El funcionario aclaró que el enfoque no será apostar principalmente por un crecimiento vertical de la ciudad, sino impulsar la consolidación de las áreas que ya están urbanizadas.

La estrategia consistirá en generar incentivos para que los ciudadanos realmente habiten y le saquen provecho a estas zonas, que cuenten con todos los equipamientos y servicios cercanos. De nada sirve urbanizar nuevas áreas, si no se fortalece la infraestructura en las existentes.

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NM