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El trabajo infantil en sus diversas modalidades es un desafío difícil de enfrentar, “un monstruo de mil cabezas”, señalaron autoridades laborales federales, quienes advirtieron que la aplicación de cláusulas rigurosas en contra de esta práctica dentro del T-MEC podría afectar a empresas exportadoras mexicanas que emplean a niños.
Sin embargo, las autoridades mexicanas están limitadas para la labor de “vigilancia”, incluso de la que pretenden iniciar en 2024, que se dio a conocer ayer; la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) tiene poco más de 700 inspectores, mientras que las instancias laborales estatales tienen a unos 500, pero ninguno aquí, es decir, Yucatán carece de supervisores a nivel local, a pesar de que tiene la facultad de monitorear a las empresas.
Durante el segundo día de las mesas de trabajo de la Red Nacional Intersecretarial para la Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil y la Protección de Adolescentes Trabajadores en Edad Permitida, el director general de Seguridad y Salud en el Trabajo de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), Omar Nacib Estefan Fuentes, aseguró que la creación de trabajo decente es una vacuna contra el trabajo infantil.
En tanto, Gabriel Alejandro Tamariz Sánchez, titular de la Unidad de Política Laboral y Relaciones Internacionales de la STPS, explicó que el gobierno norteamericano empezará a aplicar este año el capítulo 23.6 del T-MEC, que firmó México el 1 de julio de 2020, que implica restricciones a productos elaborados en el país que tengan un origen de trabajo forzado o infantil.
“Aunque hay varios mecanismos y acuerdos, este representa uno de los más importantes porque productos elaborados en nuestro país pueden frenarse e impactar la economía mexicana”, dijo.
Por su parte, Fernando Jordán Siliceo del Prado, director General de Inspección Federal del Trabajo y Secretario Técnico de la Comisión Intersecretarial para la Participación de Utilidades a los Trabajadores de la STPS, informó que el próximo mes estará listo un protocolo de inspección útil para todo el país, que por el momento tiene un avance de 80 por ciento.
Durante la jornada de ayer, Estefan Fuentes señaló que “hay que tener mucha puntería para reducir el déficit de inspección en el país”, pues la Federación está haciendo su parte, pero desde lo local también se tienen facultades para la inspección que deben ejecutarse, ya que es un trabajo en conjunto.
“El trabajo infantil es un monstruo de mil cabezas que no es sencillo de enfrentar”, subrayó.
Estefan Fuentes afirmó que el problema del trabajo infantil en sus varias modalidades significa un trabajo intenso, difícil de cambiar completamente, pero que representa oportunidades. Agregó que si un padre trabajó de niño, es posible que su hijo también trabaje de niño, por lo que hay que romper ese círculo vicioso.
El director de la STPS convocó a insistir en la búsqueda de más mecanismos ingeniosos para obtener recursos y así poder atender las necesidades de inspección en el país. Por lo pronto, para el 2024, el plan es realizar 2 mil inspecciones laborales en empresas legalmente constituidas para enfrentar el problema ya detectado de 3.7 millones de niños laborando.
Durante la mesa de trabajo se resaltó que el problema es complejo. Se citó el caso que en Oaxaca, el índice de informalidad laboral es muy alto, sobre todo en restaurantes, y es ahí donde se emplean los niños. En el caso de Sinaloa, el problema se enfoca más en el sector agrícola.
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NM
