Ciudadanos recuerdan incendios del coso taurino de Tizimín; uno fue apagado con un refresco

Un día como hoy (por ayer) se recuerda la hazaña de la reconstrucción maratónica de los palcos que se quemaron al incendiarse el coso taurino artesanal, la madrugada del 10 de enero de 2020, que marcó la historia de Tizimín y de este coloso que actualmente es considerado patrimonio cultural intangible de Yucatán.

Se puso de manifiesto la unidad de los habitantes y el amor por los elementos que les proporcionan identidad, logrando reparar los tablados mucho antes de la hora señalada y el coso taurino ya lucía su majestuosidad e intacto, como si no hubiese sucedido nada alrededor de la una de la tarde.

Tras enterarse del trágico siniestro numerosos tizimileños voluntarios, entre habitantes, palqueros, diputados de feria y autoridades municipales arribaron al coso y pusieron manos a la obra para su reconstrucción en una jornada de unas cuantas horas, ya que debería estar listo hasta antes de la coronación de plaza y el inicio de la corrida a las 15.00 horas.

Se recordará que alrededor de las 3:50 am, tras 20 minutos de realizarse la coronación de la plaza en el marco del recorrido de nona a cargo del noveno Diputado de Feria, Nicolás Kantún Sulub, los seis palcos ubicados en el lado Sur de los tablados comenzaron a incendiarse.

Las llamas se comenzaron a expandir rápidamente, ya que después de varios días de haberse terminado de construir (su edificación año con año culmina el 30 de diciembre) el huano del que se compone la mayoría de su estructura ya estaba seco, por lo que era más propenso a incendiarse. Sin embargo, contribuyó a que el fuego no avanzara gracias a una lluvia ligera que se presentó antes de esta contingencia.

Nadie notó de dónde derivó el incendio, algunos opinaban que un volador habría caído en el techo de un palco, que el viento lo atizó hasta que generó las llamas, otros mencionan que unos jóvenes o niños encendieron algo por accidente y dio pauta al fuego, mientras que otros opinan que fue un atentado.

Por fortuna aún había gente que se estaba retirando de los stands y una que otra persona que cuidaba de ellos, al percatarse algunos utilizaron cubetas llenas de agua para tratar de sofocar el fuego, mientras que otros emitieron el reporte a la policía y a los bomberos.

En cuestión de minutos arribaron los cuerpos de emergencia, los bomberos se encargaron de sofocar las llamas y lograron combatirlas a tiempo antes de que se consuman otros palcos.

Al concluir la corrida, quienes colaboraron para subsanar los daños de dicho suceso se congregaron en medio del ruedo para celebrar con ovaciones y aplausos de los presentes, que los vitoreaban desde los palcos; entre ellos se encontraba el Juez de Plaza de aquel entonces, Mario Polanco López, quien subrayó: “Todos sabemos que sufrimos un accidente pero con base en el esfuerzo se reconstruyó, los palqueros, diputados y todos los voluntarios que se sumaron para reconstruir los palcos se han ganado oreja y rabo”.

Posteriormente dichos voluntarios, las autoridades, palqueros y diputados coronaron el redondel en signo de triunfo y felicidad: “Lo logramos”, “Cuando Tizimín se une, nadie lo puede vencer, el coso taurino está de pie”.

Estas fueron las palabras que compartieron y que sonaron al unísono en medio del redondel del coso artesanal de boca de los palqueros, diputados de feria, voluntarios y de autoridades municipales y estatales mientras aplaudían y eran ovacionados por la gente que disfrutaba de la novena corrida de toros.

El 2 de enero de 2022 se comenzó a incendiar uno de los palcos del tercer nivel, según los reportes policiacos derivado de que unos niños jugaban con bombitas, pero fue controlado a tiempo por elementos de Protección Civil y de la Policía Municipal, por lo que no  pasó a mayores.

Recientemente, el pasado 8 de enero se registró otro connato de incendio leve de uno de los techos de los palcos del tercer nivel, derivado de un volador que soltaron al liberar al toro en el redondel que al no elevarse lo suficiente cayó sobre el huano seco de que está construido, pero fue controlado a tiempo por una persona del público considerada un héroe sin capa que lo mitigó con una bebida gaseosa, es así como este coloso en toda su historia en tres ocasiones se ha expuesto al peligro de las llamas.