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Escrito por Víctor Lara Martínez
Carlos Vargas Baeza manifestó que desde el pasado 20 de julio pagó 8 mil pesos para reservar un auto en la agencia Hertz, a través de la página de internet de VivaAerobus, pero al llegar ayer le informaron que no hay autos disponibles y le pidieron esperar 24 horas, lo que considera un abuso y fraude de ambas compañías.
Indicó que después de hablar vía telefónica con un empleado de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), no le quedó más alternativa que desembolsar otros 8 mil pesos en otra agencia para no perder uno de los cuatro días que destinó para visitar y recorrer los atractivos turísticos del Estado.
Agregó que de acuerdo con instrucciones que recibió de la Profeco, tiene que esperar, regresar a la Ciudad de México para presentar una queja y de esa manera iniciar un largo proceso para tratar de recuperar el dinero que pagó en la agencia Hertz, empresa a la que las autoridades deben sancionar por caer en malas prácticas comerciales que afectan la imagen turística del Estado, al defraudar a tantas personas con el argumento de que no hay autos disponibles.
Apenas a media semana otras dos personas manifestaron haber sufrido el mismo tipo de engaño, que se espera aumente en los próximos días por la cantidad de personas que llegan a esta ciudad aprovechando las vacaciones de verano.
Por su parte, Jorge Solís dijo que ayer planeaba viajar a la Ciudad de México antes del mediodía en VivaAerobus, pero una empleada de la empresa le habló para indicarle que por falta de espacio sería trasladado al vuelo de las 23:00 horas, lo que definitivamente no aceptó porque tenía una cita de trabajo.
Entonces le pidieron que vaya al aeropuerto y acuda al mostrador de Viva Aerobús para ver si había espacio en el vuelo de las 18:00 horas, pero al llegar se quedó frustrado al ver que no había empleado alguno en el lugar.
Mencionó que intentó comunicarse al centro de atención de la línea aérea, pero los minutos y las horas pasaron y optó quedarse en la terminal y aguardar la llegada de los empleados de la línea aérea con la esperanza de poder viajar a la capital, lo que al parecer consiguió, porque ya no se supo más de él.
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CC
