Los famosos créditos colombianos“gota a gota” han sentado sus bases en Tizimín y los municipios aledaños, teniendo en la mira personas de escasos recursos que requieren de un crédito inmediato y sin tanto trámite, además los ayuntamientos y las cámaras empresariales se lavan las manos y se hacen de la vista gorda sin realizar labor alguna de prevención entre la ciudadanía.
El problema es que los intereses de estos créditos son muy elevados y quienes caen en sus garras no cuentan con documento alguno para denunciarlos, solo les entregan una tarjeta donde deben realizar sus pagos. La situación ya es preocupante, ya que al no poder pagar los intereses los deudores llegan a ser amenazados de muertes y hostigados hasta el cansancio, al grado tan que han llevado a las personas a quitarse la vida ante tanta presión. También se ha reportado un homicidio relacionado con estos créditos.
De acuerdo con información proporcionada por las víctimas de los colombianos, el modo de otorgar los créditos es mediante el acoso telefónico a las personas de escasos recursos, pero sobre todo por publicidad que aparece en plataformas digitales y redes sociales como Facebook y WhatsApp. El gancho es que ofrecen préstamos inmediatos desde los mil hasta los 50 mil pesos con pagos diarios muy cómodos, sin necesidad de aval, comprobante de ingresos o verificación de buró de crédito.
De esta manera las principales víctimas son amas de casas que necesitan de un recurso para salir de un apuro económico o por cuestiones médicas; así como personas que no tienen trabajo y que esperan que el crédito les dé un capital para iniciar un pequeño comercio o dedicarse a la compra-venta de diversos artículos. Una vez que las personas muerden el gancho para el crédito, los visita una persona la cual evalúa, sin referirse a ello, lo que tienen en su casa para saber cuánto pueden ofrecerles de crédito y el monto de pago diario.
Los deudores solo deben firmar una tarjeta de cobro diario, pero lo que no saben que estos pagos únicamente corresponden a los intereses del capital que se les entregó, por lo que su deuda jamás finaliza. Esto da paso a un calvario, ya que, al retrasarse tan solo un día en sus pagos, los intereses se duplican y es ahí cuando entra su método de cobro mediante amenazas con armas blancas o incluso de fuego, y si la persona no tiene como pagar proceden a matarlos como sucedió en el vecino estado de Quintana Roo. Afortunadamente, en Tizimín no se ha dado el caso, ya que la Policía Municipal está atenta a las denuncias de los afectados.
Sin embargo, las amenazas de muerte no solo mantienen en zozobra a los deudores, sino que además ya ocasionó que dos personas de Tizimín opten por quitarse la vida al no poder encontrar manera de pagar los intereses y cansados de recibir amenazas, lo que muestra que más que estos préstamos sirvan para ayudar a la economía de las familias, solo trae más pobreza.
Lamentablemente, esta situación no solo es exclusiva de Tizimín, sino que se replica en todos los municipios del Oriente del Estado, como Calotmul, Panabá, Sucilá e incluso en los puertos.
En Tizimín, el Gobierno municipal reconoce que no tiene acción alguna para prevenir a la población a no caer ante estos prestamistas, aunque señaló que la Policía Municipal tiene instrucciones precisas de realizar acciones de apoyo a las personas que están siendo amenazadas por estos prestamistas colombianos. De esta manera, tan solo en el municipio los agentes, al mando de su director Marcos López Ovando, han detenido en lo que va del año a 10 colombianos, una tizimileña y otra mujer de Monterrey que forman parte de esta red de préstamos. De los extranjeros, cinco fueron turnando al Instituto Nacional de Migración para su correspondiente deportación; además otros cuatro de los detenidos fueron puestos a disposición del Ministerio Público por amenazas de muerte en contra de sus clientes.
Entre los detenidos se encuentran Elly Tatiana Varón Tamayo, de 23 años; Ronal Stiven Córdoba Cáceres, de 32; Carlos Andrés Vidales García, de 22; Andy de Jesús Martínez Hernández, de 27; y Wilinton Steven Ocampo Mejía, de 29, quien fue señalado como el líder de esta célula colombiana siendo la persona encargada de dar indicaciones de cómo y de qué manera se deben realizar los cobros a los que se atrasan en sus pagos. A pesar de que fue deportado, otros ocuparon su lugar y para dar mayor fuerza a su grupo han comenzado a contratar a personas locales quienes realizan las mismas prácticas que ellos, para poder pasar desapercibidos ante la justicia.
En otros municipios también se ha reportado la detención de prestamistas por amenazas, desafortunadamente a pesar del trabajo coordinado que realizan las policías municipales y estatal para detener y dejar fuera de circulación a estos delincuentes, el grupo de prestamistas ha demostrado que su poder es mucho mayor, ya que cuentan con abogados que han logrado que la mayoría de los detenidos sean liberados en horas o incluso antes de llegar a migración. En pocas horas consiguen amparos para evitar que sean deportados o encarcelados y en pocos días ya se encuentran de nueva cuenta en las calles para sembrar pánico y terror en las familias. Estas acciones dejan de manos cruzadas a las dependencias policiacas.
Sin embargo, el comandante López Ovando señaló que no bajarán la guardia y estarán pendientes en todo momento de los reportes que realice la ciudadanía sobre este tipo de amenazas y seguirán con las detenciones y consignaciones ante las instancias correspondientes, llámese Ministerio Público o Instituto Nacional de Migración, pues lo más importante será preservar la seguridad e integridad de todas las familias de la cabecera y sus comisarias.
Sobre cuándo iniciaron su operación estos grupos de prestamistas, no se tiene un dato preciso y si en los últimos meses se ha dado a conocer es porque a partir de esta administración municipal se ha dado un seguimiento preciso a las denuncias de los afectados.
Por su parte César Tuz, presidente estatal de la Cámara Nacional de Comercio, advirtió a aquellas personas que pretendan iniciar un micronegocio pensando en un préstamo “gota a gota”; “están muy equivocados, ya que solo se llenarán de deudas, ya que tener un negocio requiere de trámites y permisos para poder funcionar en el marco de la ley”.
Apuntó que en cuanto al gremio que representa, sus asociados siempre han sido orientados de que si requieren algún tipo de préstamo se aproximen a las instancias financieras que se encuentran regularizadas como bancos o cajas populares donde los intereses de pago son mínimos y fijos, “pero lo más importante es que no serán blanco de amenazas ni acoso”.
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JG