En 30 años, ejidos de 11 municipios de Yucatán perdieron 40% de sus tierras

Datos del Registro Agrario Nacional indicaron que municipios cercanos a Mérida han visto reducidas las hectáreas recibidas en el reparto agrario, debido a expropiaciones o cambios de uso de suelo
sábado, 23 de abril de 2022 · 09:13

En los últimos 30 años, los ejidos de los 11 municipios cercanos a Mérida han perdido el 40% de la tierra que recibieron durante el reparto agrario cardenista, según cifras del Sistema Padrón e Historia de Núcleos Agrarios (PHINA), del Registro Agrario Nacional (RAN).

De acuerdo con el PHINA las pérdidas de tierras ejidales se debieron a 28 expropiaciones y a cambios de destino de Uso Común a Asentamientos Humanos, y dentro de éste último rubro se encuentra la inclusión de mil 518 avecindados que por este medio han obtenido derechos agrarios y tierras que luego, al parecer, privatizan.

 Así, se expropiaron 47 mil 028.6 hectáreas y se cambiaron de Uso Común a Asentamiento Humano 8 mil 068.5 hectáreas en esta zona metropolitana. Los municipios que han reflejado estas bajas son Conkal, Chicxulub Pueblo, Ixil, Progreso, Ucú, Hunucmá, Tetiz, Kinchil, Samahil, Umán y Kanasín, que son las poblaciones y sus respectivos ejidos que rodean a la capital yucateca, y donde se alojan los desarrollos de vivienda y la venta de lotes de inversión, o los llamados “loteros”.

Estos ejidos recibieron tierras desde el primer reparto agrario de Felipe Carrillo Puerto en 1921-23, como el caso de Conkal, y luego en el 30 y 39, con el Presidente Lázaro Cárdenas. Sin embargo, las facilidades para adquirir derechos y certificar las propiedades y pasarlas a menos particulares fue a partir de la reforma al artículo 27 constitucional, durante el gobierno de Carlos Salinas de Gortari.

Respecto a los municipios de la zona metropolitana el que más ha perdido es Kanasín con el 77.3%; le sigue Progreso con el 73.7%; Conkal, 67.6%; Chicxulub Pueblo, 51.2%; Ucú, 50.5%; Umán,  44.6%; Samahil, 34.9%; Tetiz, 34.0%; Hunucmá, 32.0%; Kinchil, 22% e Ixil, con el 3.2%.

Este escenario parece lógico, porque la capital yucateca tiene un crecimiento expansivo y el “boom” la industrial y el sector inmobiliario empiezan a moverse a los municipios más cercanos y, por lo tanto, requieren de tierras para poder desarrollar sus proyectos.

Los 11 ejidos de Yucatán recibieron con el reparto, según el PHINA, 138 mil 476.9 hectáreas y actualmente, hasta la consulta reciente de las cifras del RAN, quedan 83 mil 380.2 hectáreas en los ejidos y se han perdido 55 mil 097.1 hectáreas, que es el 40%.

En la dotación, el ejido que más recibió fue el de Kinchil, con 28 mil 186.0 hectáreas; luego, Hunucmá, con 25 mil 736.0;  Umán, con 19 mil 684.0; Tetiz, con 14 mil 593.0; Progreso, con 10 mil hectáreas; Kanasín, con 8 mil 162.5; Ucú, con 8 mil 066.1 hectáreas; Samahil, con 6 mil 863.0; Chicxulub Pueblo, con 6 mil 279.6 hectáreas; Ixil, con 6 mil 001.9 y Conkal, con 4 mil 904.8 hectáreas.

Sin embargo, a los que más tierras ejidales les quedan son a Kinchil, con 21 mil 973.3 hectáreas; Hunucmá, 17 mil 498.0 hectáreas; Umán, con 10 mil 902.3 hectáreas; Tetiz, con 9 mil 618.7 hectáreas; Ixil, con 5 mil 808.8; Samahil, con 4,463.6; Ucú, con 3 mil 622.9; Chicxulub Pueblo, con 3 mil 061.2. Progreso, con 2 mil 622.9;  Kanasín, con mil 851.6 y Conkal, con mil 586.6 hectáreas.

Así, poco a poco, las condiciones de crecimiento urbano, la urgencia de tierras para el desarrollo industrial y comercial en Yucatán, y los proyectos inmobiliarios, han requerido de este insumo básico y el ejido se ha convertido en uno de los proveedores.

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CG