Yucateco revela cómo es vivir cerca de la guerra entre Rusia y Ucrania

Ricardo Chan Peniche vive a más de 9 mil kilómetros de la tierra que lo vio crecer, pero muy cerquita del país que, quizás, es hoy el de más alto riesgo para morir: Ucrania. La distancia que lo separa de las bombas, de la guerra, pues, es la misma que lo aleja a Mérida, donde nació hace 26 años, de la frontera con Quintana Roo.

Este yucateco de extenso currículum estudia actualmente una maestría en el área de electrónica en Budapest y, hasta ahora, es ajeno a los combates y las sirenas antiaéreas que millones de ucranianos sufren desde la semana pasada por los ataques rusos, pues la capital de Hungría, donde habita hoy día, está a unas dos horas en tren del punto más cercano del país en guerra.

“La vida es normal aquí, con las medidas de la pandemia nada más, pero no pasa nada”, asegura, el egresado de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) en el área de Mecatrónica, en exclusiva a POR ESTO!.

Por supuesto, hay preocupación de familiares y amigos que viven en Yucatán, quienes le han enviado mensajes preguntando si está bien; pero su respuesta es siempre la misma: la vida transcurre con normalidad. Quizás por esa tranquilidad que demuestran, sus parientes no le han pedido que vuelva, aunque sí que esté pendiente de lo que anuncie el gobierno mexicano para los connacionales que vivan cerca de la zona de conflicto.

Para él, la única “cara” visible de la guerra es la migración de miles de refugiados, a quienes, dice, está dispuesto a ayudar, porque muchos de ellos llegan al país sin un sitio dónde vivir y sin alimentos, dijo que hay grupos de extranjeros, algunos de ellos ucranianos que se asentaron ahí antes del conflicto, que están viajando a la zona limítrofe para apoyar.

En entrevista vía telefónica, el meridano asegura que si bien el tema de la guerra se ha colado en las conversaciones diarias de los habitantes de Budapest, no es una preocupación y mucho menos les quita el sueño… hasta ahora. Sin embargo, sí teme que el conflicto pueda “escalar” porque, de ser así, Hungría sería un país por el que seguramente entrarán los combatientes a Ucrania.

“Si el conflicto escala, Hungría sería la puerta de entrada”, dice describiendo su “único temor”, por la confrontación. Sobre la posibilidad de que la guerra alcance a Hungría, Ricardo dice que el gobierno húngaro no ha fijado una postura; sin embargo, ya recibió un comunicado de las autoridades en el que “garantizaba la seguridad de todos los extranjeros” y de quienes habían decidido emigrar huyendo de la guerra, además de que se comprometía a prestar ayuda a los expulsados de la ex república soviética.

En contraparte, la Embajada mexicana en el país europeo no se ha puesto en contacto con el yucateco, y la comunicación se ha limitado enlistar una serie de “precauciones” para los ciudadanos mexicanos (él conoce a uno más, que es originario de Guadalajara) como no viajar y mantener actualizados sus documentos migratorios.

Ricardo llegó hasta ese país porque ganó una beca de la Unión Europea para obtener el posgrado; ésta implicaba estar en tres sitios distintos por temporadas; después de pasar las primeras dos etapas de estudio en Escocia y Noruega, escogió Hungría porque fue ahí donde encontró la especialidad en electrónica que deseaba; actualmente está realizando su tesis.

Se trata de la Maestría en Ciencias auspiciada por la Universidad de Heritage (Reino Unido), asociada con la del Sudeste de Noruega y la de Tecnología y Economía de Budapest. Si todo marcha como hasta ahora y la guerra no frena los procesos educativos, permanecerá en Budapest hasta mediados de julio de 2022, para obtener el grado académico que se unirá a su alargado currículum profesional que inició en Yucatán, en empresas como Leoni o Envases o Agile Thought, Core Mountains GmbH y SpinSplit LLC.

Ricardo es egresado de la UADY como mejor promedio de la generación de Mecatrónica en la Facultad de Ingeniería y gracias al programa de movilidad de esta casa de estudios pudo cursar el cuarto año de su profesión en Alemania; de ahí que, además de español, habla alemán e inglés.

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JG