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Escrito por Víctor Lara Martínez
Debido a los fuertes vientos que predominaban en la zona del Aeropuerto Internacional de Mérida, la tripulación del vuelo 3946 de American Airline, procedente de Miami tuvo que abortar el aterrizaje en la pista 10-28 y volvió a elevarse repentinamente y regresar poco antes de las 14 horas y pudo tocar tierra.
"Fue horrible", "algo muy feo", "estuve a punto de marearme", fueron algunas de las expresiones vertidas por Paola Ruiz, Jonnathan Ortiz, entre otros pasajeros que llegaron en el vuelo, algunos buscan donde vendían agua natural para quitarse el susto.
En el aeropuerto de Mérida había varias personas esperando a sus familiares o amigos, pero ignoraban el motivo por el cual se había retrasado el vuelo de Miami que normalmente llega a las 13:05 horas y se desesperaron más cuando en las pantallas ya no figuraba información alguna y todo hacía entender que ya había descendido.
Hasta que alguien comentó que cuando el aparato intentó aterrizar, la tripulación recibió instrucciones de la torre de control de que volviera a elevarse y espera a que la fuerza del viento disminuyera, en la nave con matrícula N300LK, venían más de 80 pasajeros, a quienes nunca se les informó el tipo de maniobra, pero que sintieron horrible, cuando el aeroplano volvió a tomar altura y dirigirse rumbo al puerto de Progreso, pero volvió a desviarse poco antes de sobrevolar la comisaría de Komchén.
No es la primera vez que ocurre, ayer el avión de Aeroméxico de la ruta Mérida-México también tuvo que abortar su despegue y según -las primeras versiones- porque había el riesgo de sufrir un despiste, pero la información oficial fue que el piloto de la aeronave tuvo que regresar a la plataforma central porque personal de la Agencia Federal de Aviación Civil requería hacerle llegar una notificación.
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JG
