Acuicultura, actividad en Tizimín para la crianza de especies acuáticas

"San Isidro" es la única granja en Tizimín, aprobada en 2016, que ha logrado con éxito la crianza en cautiverio de la tilapia, siendo la opción alimentaria nutritiva para comunidades rurales de la región
viernes, 4 de febrero de 2022 · 10:44

“San Isidro” es la única granja en Tizimín que se dedica a la acuicultura, la actividad representa una alternativa para la crianza de especies acuáticas vegetales y animales. Santiago Tec Mendoza, fundador, indicó que este proyecto fue aprobado en el 2016 y se ha mantenido gracias al empeño y perseverancia de los que participan en el plan.

Debido a la sobreexplotación de los recursos marinos, la acuicultura es una de las mejores técnicas empleadas por el hombre para incrementar la posibilidad de alimento, ya que esta actividad representa una alternativa para la administración de los recursos acuáticos.

Gracias al empeño y perseverancia del educador, “San Isidro” es la única granja pequeña que se mantiene a flote con la crianza de tilapia. El rancho San Isidro está ubicado hacia la carretera a Colonia Yucatán, es la única que ha alcanzado el éxito, pues a pesar de que solo sale para el pago de energía y manejo, la satisfacción más grande, de Tec es que ha fomentado una alimentación sana en la ciudad y en las poblaciones rurales, entre ellas, en la comunidad de Sucopo, donde la mayor parte de los habitantes es de bajos recursos y con poco poder adquisitivo acuden en las temporadas de cosecha para comprar y alimentar a sus familias.

Tec Mendoza reveló algunas bondades de la tilapia, pez que puede alcanzar un peso de medio kilogramo en un período de seis a nueve meses, según el sistema de cultivo empleado en la granja acuícola.

La acuicultura como actividad multidisciplinaria constituye una empresa productiva donde se aplican los conocimientos de biología, ingeniería y la ecología, para ayudar a resolver problemas nutricionales de una población a la que le resulta difícil conseguir alimentos a bajo costo; por lo que la tilapia es una opción que brinda un alto valor nutritivo, sobre todo en Sucopo, que es uno de los principales sitios que han aprendido a consumir este pescado, subrayó el profesional.

La tilapia es una especie resistente al manejo de las enfermedades, a factores físicos, químicos y también al manejo del sistema productivo, como encalamiento, fertilizaciones, muestreos, biometría, control de parámetros como el PH, temperatura, oxígeno; es resistentes a las enfermedades, lo que le permite mayor rentabilidad al no tener que invertir tanto en medicamentos.

Asimismo, esta especie puede ser sometida a cultivos de modalidad intensa o súper intensa, de esta manera aumenta el volumen de producción y disminuyen los gastos de operación que hacen más rentable el proyecto.

En esta parte de Yucatán se aprobaron proyectos de Gonzalo Cáceres, de los tres aprobados para este municipio sólo el del profesor Santiago sigue a flote; el Gobierno apoyó a los interesados con las tinas, la instalación del agua y el oxígeno, esta oxigenación del agua por medio de una maquina denominada blower, conectada a las tinas permite 2 mil peces en cada una de ellas. El apoyo incluyó un oxímetro, un generador de corriente de gasolina, en caso de que se carezca de la energía eléctrica, “en mi caso, me proporcionaron toda la infraestructura y los peces con una inversión de 492 mil pesos, nosotros dimos el trasformador, la corriente, la alimentación de las tilapias”, explicó Tec.

Continuó: “el proyecto concluyó y las asesorías continuaron por parte de los interesados, ya que teníamos que pagar por las asesorías y por la compra de alimentos; enfrentamos varios retos como la reparación del blower, la sustitución por una nueva cuando se quemó”.

También, el emprendedor se enfrentó a la comercialización: “cuanto menos tiempo tarda la especie en alcanzar la talla y el tamaño de comercialización menores son los gastos correspondientes a la operación”. Dijo que en un principio localizaba compradores en Cancún, Playa del Carmen, “unas veces tenía que llevar los peces en mi vehículo, ellos decían que sí compraban, pero las tenía que llevar, entonces los congelaba y los llevaba hasta Quintana Roo”.

Al comienzo, los tizimileños no conocían este tipo de pescado, entre mis amigos lo fui promocionando, la gente que está acostumbrada a comer esta clase de pescado es la gente de Sucopo, donde cada vez que ahí se perifonea y las amas de casa acuden al rancho a comprar el producto fresco”.

“Hemos logrado peces de entre 450 a 500 gramos, no es un gran negocio; negocio no es, ya saqué varias partidas, apenas salgo a pre, pago energía, pago de un empleado, es muy poco, lo que deja es la satisfacción, es que le das buen alimento a la población y en la casa el día que queramos consumimos pescado. El gasto de los alimentos es bastante, es caro, un bulto de alimento de iniciación de 20 kilogramos cuesta 750 pesos; el de seguimiento y engorda lo adquirimos en 350 pesos, nos defendemos unas veces comprando en los apoyos del gobierno a mitad de precio”, agregó.

El maestro Tec Mendoza explicó que este proyecto ofrece amplias oportunidades para reducir el hambre, mejorar la nutrición en poblaciones rurales donde el consumo de pescado es bajo; ofrecer productos a precio económico y asegurar el uso de recursos naturales son algunos de los beneficios de esta actividad, aseguró quien hace más de seis años que se dedica a la engorda de tilapia como un pasatiempo.

Comentó que actualmente la pesca ribereña atraviesa tiempos difíciles debido a la sobreexplotación y la pesca furtiva, que ha puesto en riesgo a varias especies marinas y en varios casos no alcanzan reproducirse en la temporada; la acuicultura es una alternativa tanto en las zonas costeras como en otros sitios donde se puede desarrollar esta actividad, tal como lo demuestra el maestro en esta cabecera municipal; “si la tendencia actual en el uso sostenible de los océanos y de sus respectivos recursos vivos no se revierte, su capacidad de proveer los alimentos a las generaciones futuras se verá gravemente comprometida, aseguró el profesional.

Lamentablemente el programa concluyó y actualmente no hay apoyo por parte de los gobiernos, sin embargo, el profesional continúa sosteniendo el proyecto por cuenta propia; ahora se enfrenta a conseguir los alevines, pues la persona que surtía en Baca falleció y cerró la empresa, por lo que tienen que viajar hasta en el estado de Campeche para adquirir los peces pequeños.

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CC