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Ante el aumento de casos COVID-19 en el Estado, pobladores de Chumayel se mantienen a la expectativa por la celebración de la tradicional alborada en honor al Santo Cristo de la Transfiguración, que año con año reunía a miles de personas; luego de que en el 2020 se suspendiera y en el 2021 se limitara al aspecto religioso.
“Estábamos muy entusiasmados por celebrarlo este año como se debe, pero no esperábamos el alto número de contagios y la verdad, no creemos conveniente realizarlo; quizá cumplamos solamente con el aspecto religioso como hace un año. En días próximos nos reuniremos para tomar la decisión y hacer un comunicado”, compartió Mario Ek Itzá y Yadira Farfán Novelo, anfitriones para este 2022.
La celebración del gremio de la alborada del municipio de Chumayel, efectuado tradicionalmente cada 23 de abril, es un festejo anual de devoción, cultura y algarabía que reúne a cientos de personas de todas las edades y provenientes de todas las latitudes.
Su realización, representa la celebración de una serie de actividades religiosas, culturales y profanas, que enmarcan la apertura de las festividades en honor al Santo Cristo de la Transfiguración, también conocido en la fe popular como “El Señor de Chumayel”.
La llegada del coronavirus a la Entidad en el 2020, que dio a paso a la cancelación de toda actividad masiva, lo cual propició la suspensión de la tan esperada tradición. Ese año, la familia Chavarrea Ucán, quienes serían los anfitriones, se limitaron a ofrecer en su hogar, sin visitantes y un rosario para cumplir con su promesa.
Con la gradual reapertura de las actividades económicas en el 2021, la familia Ek Farfán, quienes seguían en la lista de socios, celebraron la parte religiosa, en apego a los protocolos de sanidad.
Con la esperanza de que el panorama mejorara para el 2022, la familia solicitó a la comitiva la oportunidad de mantener la anfitrionía y celebrar “La alborada” como tradicionalmente se efectúa; sin embargo, ante la situación actual, los festejos están a la expectativa.
“Hemos platicado de forma individual con algunos de los socios que están en la lista, pero quedamos en que tendremos una reunión en días próximos para tomar una decisión y darlo a conocer a través de un comunicado”, precisó Yadira Farfán.
La familia puntualizó que, por la situación, no creen conveniente celebrarlo, sobre todo cuando se trata de una actividad que convoca a cientos de personas de todas las edades y comunidades circunvecinas.
“Algunas personas creen que es conveniente hacerlo y otras no, pero también hay que reconocer que hay gente responsable y otros que no se cuidan. Es complicado controlar a toda la cantidad de gente que acostumbra llegar”.
“Tentativamente sea solo la celebración religiosa para cumplir nuestra promesa con el de arriba, pero eso lo daremos a conocer próximamente después de la reunión, sobre todo por las familias que también acostumbran efectuar su promesa”.
“Si no hubiera llegado la nueva cepa del COVID que es muy contagiosa, lo celebraríamos. De hecho, ya teníamos listas las invitaciones. Somos docentes y hemos visto que las cosas van de mal en peor”, aseguró la familia.
El año pasado, la familia participó en una misa de acción de gracias por motivo del gremio de la alborada, para cumplir con el aspecto religioso. Al término de la misa, se ofreció una vaquería en el atrio de la iglesia con acceso restringido.
Esa ocasión, las familias de la comunidad, de forma espontánea acudieron a la entrada de iglesia para presentar su promesa (cabeza de cochino) y ejecutar algunas jaranas para luego retornar a sus hogares.
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CC
