Conoce Xcambó, la zona arqueológica escondida entre manglares de Yucatán: FOTOS

Xcambó significa cocodrilo celeste, y es de las zonas arqueológicas menos visitadas en la Península de Yucatán
sábado, 19 de noviembre de 2022 · 11:27

Xcambó es la zona arqueológica más importante de la costa de Yucatán; sin embargo, es uno de los sitios mayas menos visitados por los turistas nacionales y extranjeros, ya que en los días domingos, de mayor afluencia, los visitantes no llegan ni a cien.

Rodeado de mangles y grandes palmeras, Xcambó está ubicada en uno de los centros salineros más fuertes del Estado, sobre el tramo carretero Dzemul-Telchac Puerto.

Los habitantes de Xcambó se establecieron en un petén, el más amplio de la región, con numerosos rasgos útiles para la habitación: suelo, agua potable y materiales para sus edificios. El sitio fue erigido como puerto comercial durante el periodo Clásico Temprano (c. 350-550 dC) y estuvo habitada hasta el Clásico Terminal.

Su función consistió en la administración de las salinas y los productos marinos, además de ser el centro de captación de bienes a nivel local, regional y supraregional. La presencia, en este periodo dentro de Xcambó, de caminos blancos, andadores o sak be’oob parecen mostrar fuertes contactos con sitios contemporáneos como Misnay, Ucí e Izamal.

La ciénega debió ser uno de los lugares de comunicación y contacto con el puerto, lo cual se demuestra por la existencia de un atracadero o muelle para el embarque y desembarque de los bienes de comercio.

El nombre que recibe la zona proviene del maya, que significa cocodrilo celeste o lugar en donde se realiza el trueque. En la Península de Yucatán, Xcambó fue la mina más importante con unas dimensiones de siete mil metros al Este-Oeste y 150 metros de Norte-Sur.

En los años 100 a.C al dos mil 500 d.C. Xcambó fue uno de los principales puntos productivos de sal, al controlar por lo menos dos extensas áreas salineras, como las de Xtampú, situadas a un kilómetro al Noreste del sitio. Existen datos arqueológicos y también etnohistóricos que hacen referencia a que dichas salinas aún estaban en producción en el año 1605, y en nuestros días todavía sigue su explotación.

En el lado Noreste del sitio se registró otra extensa zona salinera de amplias charcas y camellones, con vestigios de numerosos depósitos y basamentos de viviendas, que también debieron ser dependientes de Xcambó en la época prehispánica.

Las amplias y numerosas áreas de almacenamiento son depósitos circulares que fueron cavados debajo de la superficie de los basamentos. Estos miden entre 1.50 y 2.50 metros de diámetro; y de uno a dos metros de profundidad.

Se cree que estos depósitos cavados en Xcambó fueron utilizados para el almacenamiento de la sal extraída de las reservas naturales del área.

Estos fueron, al parecer, contemporáneos a las primeras unidades habitacionales y a las de períodos subsecuentes. Para entonces existen evidencias que indican que los almacenes cayeron en desuso, al menos dentro del sector habitacional del sitio, pues se localizaron muchos de ellos en las zonas salineras.

Estos son indicadores que permiten involucrar a Xcambó en el importante rol económico que se jugó en ese punto estratégico de la península, donde el interés principal se centró en la explotación de la sal.

Es muy obvia la importancia de la economía salinera en la costa norte de Yucatán, lo que seguramente provocó una dura competencia para apropiarse de su control, siendo explotadas continuamente desde antes de nuestra era hasta la actualidad, aunque bajo el dominio de diferentes centros.

Es probable que la sal partiera de Xcambó acompañada de algunas materias primas como ciertas especies de conchas y caracoles, algodón, aves acuáticas de la región y otros animales, así como artículos manufacturados en concha, hueso, lítica, etc.

A cambio de esto, Xcambó obtenía materias primas y objetos de materiales foráneos como la obsidiana, el jade, la pirita, el basalto, entre otros, todo lo cual nos hace aún más evidente los contactos comerciales con las diversas y lejanas áreas de producción y distribución.

Además, el sitio maya tuvo fuertes influencias de las metrópolis mayas de la entonces Tho’ (la actual Mérida) e Izamal.

Con la llegada de los españoles fue uno de los sitios de peregrinación y culto a la imagen de la Virgen María, teniendo la construcción de una capilla que fue edificada sobre un espacio de los vestigios.

A pesar de ser consolidado uno de los sitios de sal, ubicada sobre la costa yucateca y estar en el paso de los visitantes, desde la llegada del COVID-19, el número de visitas descendió, y hasta la fecha únicamente se tiene registro de 10 hasta 20 personas entre semana y de 30 a 40 los fines de semana, cuando en años atrás, solía tener cifras arriba de 100 visitantes por día.

Quienes llegan en su paso a visitarla, conocen las construcciones con estilo Petén e Izamaleño que corresponden al periodo clásico temprano y que se caracteriza por tener pirámides con piedras redondas, piedras enormes que sirvieron para hacer los escalones y los grandes muros. 

La plaza principal, estuvo conformada por 11 edificios, en donde destaca el templo de la cruz, llevando el nombre por la figura que se encuentra en la cima, de igual manera el que servía para los sacrificios mayas. Un campo que se utilizaba para actividades cívicas, religiosas y administrativas

Aparte de la extracción de sal que se realizó y que hasta la fecha se realiza a unos cuantos metros del lugar, también se ejerció la actividad agrícola y pesca que era también fuente de economía de las pocas familias que habitaron el lugar.

No obstante, en el lugar fueron buscadas numerosas piezas de cerámica foránea, siendo imágenes de Veracruz y Jaina, así como policromos pertenecientes al país de Guatemala.

Por la gran selva maya que rodea la zona arqueológica que constituye al mangle y las palmeras, también se puede ver animales como las iguanas que viven dentro de las grandes piedras y en los campos, coatís (pizot en maya), aves playeras que llegan en su paso al estar cerca del puerto, venados, mapaches entre otros pertenecientes a la fauna maya. Y un pequeño ojo de agua que está en el centro del campo principal y otro a unos cuantos metros dentro de la flora. 

Actualmente, el lugar se encuentra con poco recibimiento de personas, por lo que se cree que con el pasar del tiempo pueda volver a recuperar el número de visitantes al estar sobre la costa yucateca, mientras tanto, la actividad de la extracción de sal por el cual fue conocida se mantiene en las charcas salineras de xtampú en donde fue retomada la actividad desde hace 7 años luego de estar en el abandono por 25 años después de que los fenómenos naturales destruyeran el sitio. 

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CC