Fraccionamientos en Mérida crean microburbujas de calor ante la deforestación: CICY

Un experimento del Centro de Investigación Científica de Yucatán reveló que en las zonas habitacionales hay más calor debido a la ausencia de árboles, a diferencia de un lugar con áreas verdes
lunes, 10 de octubre de 2022 · 08:20

La construcción de nuevos fraccionamientos causa la aparición de microburbujas de calor en Mérida y la zona conurbada, que elevan considerablemente la temperatura, advirtió Lilia Ema Carrillo Sánchez, especialista del Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY).

La burbuja de calor en la que Mérida está inmersa se torna más compleja, pues la temperatura varía de una región a otra, y la diferencia es de hasta 12 grados Celsius.

Mencionó que recientemente efectuaron un experimento y durante todo el día se registró la temperatura que marcaban los termómetros instalados en una cancha al aire libre, así como en una zona arbolada, específicamente el Jardín Botánico del CICY, y se observó que la diferencia máxima fue de 12 grados Celsius.

Las ciudades generan burbujas de calor por las condiciones urbanas, pues se deforesta, se pone asfalto y concreto, etc., lo que provoca un aumento en la temperatura.

Las colonias arboladas tienen muchas ventajas en comparación con los deforestados nuevos fraccionamientos, tanto que brindan un espacio con menos calor, además que son las áreas que más captan lluvias y se vuelven más frescas con el viento, afirmó.

Para ello se recomienda a los urbanistas y fraccionadores que consideren áreas verdes, parques y estrategias para reforestar el lugar.

Los árboles representan un factor esencial para la vida, aunque su uso y estética varía de acuerdo con las exigencias y necesidades, pero muchas veces son desaprovechados.

El aprovechamiento de los árboles inicia al conocer las características de cada especie y así evitar numerosos problemas económicos y materiales en calles y casas.

En la mayor parte de los casos se plantan árboles sin considerar los problemas que pueden generar a futuro, principalmente por la raíz.

La situación se complica cuando el árbol está mal plantando, sin la poceta requerida o bien son espontáneos. Ejemplificó el caso de la ceiba, que es anemófila, es decir, la semilla está envuelta en un algodón, por lo que el viento se encarga de transportarla.

Mencionó que existen árboles frondosos que no dañan el suelo, también los que tienen hojas, flores y frutos todo el año, sin que esto represente un daño económico o material.

“Sólo es cuestión de conocer las características de cada uno de ellos y elegir el más adecuado para el tipo de lugar y la preferencia de las personas”, reconoció.

“Hay árboles para todos los gustos, existen los que sólo dan sombra, otros que sólo flores y/o frutos, así como los de ornato y los de gran altura, además las palmeras y los arbustos son ideales para las casas pequeñas”, subrayó.

Independientemente del tipo, todos ellos son generadores de oxígeno y consumidores del bióxido de carbono, concluyó.

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CC