Ochovario, una tradición maya para honrar a los difuntos en Sinanché

Rezadoras de Sinanché mencionan que este rito se realiza durante ocho días tras el fallecimiento de una persona, el cual está lleno de creencias mayas con la que los antepasados conmemoraban a sus difuntos
miércoles, 5 de enero de 2022 · 10:35

Después del fallecimiento de una persona, en la tradición maya y católica se realiza un ochavario, que, como su nombre indica, culmina a los ocho días del fallecimiento de una persona. Este rito está lleno de significado y creencias con los que los antepasados conmemoraban a sus seres queridos.

Las rezadoras de este municipio, doña Socorro Aguilar y Rita Dzul Ayala, comentaron que, realizando este acto de solemnidad, las almas de los difuntos despiertan después de un sueño para que vean que ya han fallecido y que ya no se encuentran dentro de los vivos en la tierra. Mientras esto ocurre, las rezadoras afirman que el alma del fallecido no se va, sino que se queda presente para seguir conviviendo con sus parientes sin que ellos puedan verlo.

Después del entierro del fallecido, se hace una cruz de cal a un costado de la mesa de santo, la cual representa la crucifixión de Jesús. Parte de la costumbre indica que las personas puedan barrer dentro de casa, pero no se prosigue a sacar la basura, pues la tienen que almacenar a un costado del predio para que, al finalizar la celebración, esta sea tirada al fondo del terreno de la vivienda.

En el ochavario son cuatro rezadoras las que tienen que estar presente para poder realizar los quince misterios, una lee la agonía, el primer misterio, segundo y tercer misterio. Vanessa Crespo, también rezadora, relato que, en su experiencia con una de sus familiares fallecidas, durante el transcurso de los ocho días un colibrí se presentaba volando sobre las flores de su jardín y sentía la presencia de su ser querido y, después de que finalizó la conmemoración, el pequeño pajarillo no se volvió a presentar hasta las siete semanas, momento en el que se le da continuidad al rezo por el difunto. “Nuestros familiares están presentes con nosotros, por eso nos dan diversas señales que están aquí en la tierra, de diferentes maneras nos hacen saber que siguen con nosotros”, dijo.

Las rezadoras aseguran que es de suma importancia colocar elementos representativos de la persona fallecida, como puede ser colgar alguna prenda, sus zapatos o algún artículo en especial. Estos se colocan en la mesa de alimentos secos, como también ocurre durante el mes de noviembre en los días dedicados a los Fieles Difuntos. Apenas se coloca la ofrenda, las rezadoras de manera inmediata comienzan a ejecutar el santo rosario.

Cuando finaliza el ochavario, se espera un lapso de mes y medio para realizar las siete semanas, periodo que simboliza el tiempo de la Semana Santa que vivió Jesucristo antes de ser crucificado. Una de las rezadoras, después de acabar la celebración del ochavario, sigue realizando un rezo, pero este con motivo al levantamiento de la cal que fue puesta en el piso de la casa del difunto.

Esta celebración es muy parecida a la de Día de Muertos, pero no es igual por el significado que suele tener. “La gran mayoría de las familias de Yucatán realizan este acto para que sus familiares tengan un descanso eterno en el paraíso terrenal, si no se realiza, ellos nunca despertarán y no sabrán que han fallecido, seguirán en un sueño”, dijo Rita. Con mucho respeto, las familias realizan la despedida de sus difuntos que fallecieron a los ocho días, tras lo cual esperaran las siete semanas para volver a cantarles y recordarlos como si estuvieran presentes todos los días con ellos.

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CC