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Escrito por Enrique Sabido Araujo / José Alfredo Islas Chuc
El basurero municipal es fuente de empleo de mujeres que se dedican todos los días al reciclado de la basura. En una jornada que inicia a las 7:00 y termina a las 19:00 horas de la noche son siete las mujeres y tres los hombres que se dedican a trabajar entre los montones de desperdicios, botellas de plástico, cartones, animales muertos, huesos, pellejos, y toda la podredumbre que hay en el basurero ubicado a un costado de la carretera Tixkokob-Euan.
Dulce Durán Rodríguez es una de las trabajadoras que reconoció que tienen que laborar en condiciones antihigiénicas y tener que soportar malos olores al estar separando del camino todo lo que no llegan a tirar en el lugar.
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Dulce afirma que en el lugar se tiran hasta huesos, pieles y pellejos sobrantes del mercado sin ningún tipo de cuidado y en vez de hacerlo en el sitio donde corresponde. “Por más que les decimos no hacen caso y ya se cerró el camino que llegaba hasta el fondo del basurero”, dijo.
Las recicladoras señalaron que hasta gente de Mérida y otros lugares vienen al basurero de Tixkokob a tirar su basura, por eso es que el sitio está hasta al tope de capacidad.
“Mucha gente nos pregunta que como podemos trabajar y soportar tanta podredumbre y pestilencia entre tanta basura y desperdicios, pero trabajo es trabajo y tenemos que adaptarnos al ambiente, pues es la forma en que podemos ganar sustento para nosotros y nuestras familias”, indicaron las entrevistadas, quienes son en su mayoría jóvenes madres de familias que tienen que hacer este trabajo ante la falta de oportunidades; algunas de ellas dijeron llevar cerca de tres años trabajando en el basurero.
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CC
