Renán Barrera desaparece 500 mdp para pago de luminarias en Mérida

El secretario de la Comuna, Alejandro Ruz Castro dijo que el fondo para pagar las luminarias se “utilizó en otros rubros”
domingo, 29 de agosto de 2021 · 07:56

El embargo del Ayuntamiento de Mérida por 588.7 millones de pesos, que se le deben al banco Santander por el pleito de las luminarias, podría haberse evitado, ya que de acuerdo al informe que dio el secretario de la Comuna, Alejandro Ruz Castro, en la última sesión de Cabildo, había un fondo para pagar esta deuda, a la que se le depositaba 2.7 millones de pesos cada mes, aproximadamente eran 500 millones de pesos. El funcionario indicó que ese recurso no existe, porque se “utilizó en otros rubros”.

Se solicitó a la Dirección de Comunicación del Municipio la cantidad exacta de la partida presupuestal y en qué se gastó, pero la respuesta fue que no tenían a la mano la información y que sería hasta mañana cuando darían una respuesta.

La regidora del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Ana Gabriela Aguilar Ruiz, señaló que el Ayuntamiento de Mérida está enfrascado en el problema de las luminarias, porque el Alcalde quiso terminar un contrato de manera unilateral y por un capricho.

“Si él consideraba que las lámparas no tenían todas las especificaciones y no eran las que indicaba el contrato, aun así, debió consultar las cláusulas de recisión, pero de manera autoritaria o caprichosa terminó el contrato para dejar de pagar”, mencionó.

Añadió que el presidente municipal se empecinó a no pagarle al banco Santander, bajo la advertencia que era perjudicial, también sabía que la partida presupuestal destinada para el pago de la deuda, ya no contaba con los recursos. “Ahora se desconoce en dónde quedó ese dinero”.

Agregó que dicho presupuesto era de aproximadamente 500 millones de pesos, pero se desconoce en que fueron gastados, “el Ayuntamiento quería 400 millones de pesos más, que no fueron aprobados. En las cuentas públicas hay pasivos para este tipo de situaciones, pero no se pueden utilizar”.

“El gobierno no busca utilidades, busca la optimización de los recursos y si tienes dinero para gastar en otras cosas que no son prioritarias, optimiza tus recursos”, criticó la regidora, quien reiteró que el problema de las luminarias es un acto de capricho, soberbia de un gobernante que cree que lo que él dice que es lo correcto.

La obra inconclusa

Respecto al retraso de la entrega del Paso Deprimido, la regidora priista mencionó que el municipio sabía que los trabajos de rehabilitación se realizarían en temporada de lluvias, por lo que se debió prever la temporalidad de los trabajos, “y es que las precipitaciones de este año no han sido nada comparables con las que se registraron el año pasado”.

“Es una falta de planeación, de seguimiento, falta de compromiso con la ciudadanía. ¿De qué se trata? Para que veas que no cumples. Si no cumples en lo menos, ¿cómo vas a cumplir en lo más? Hace un mes se venció el plazo y pidieron más tiempo y ya se venció.  Entonces, no están planeando bien”, mencionó.

Criticó que la autoridad municipal no informa sobre lo que está pasando con estas obras. “A los regidores no nos informan. Los regidores nos enteramos por lo que la prensa publica y por lo que observamos de la obra cuando pasamos”, indicó Aguilar Ruiz, quien estimó que el avance de la obra está en un 65 por ciento.

Cabe destacar que el Paso Deprimido lleva un año dos meses cerrado, luego de las inundaciones las tormentas y huracanes que se presentaron en 2020. 

Además, ayer se cumplieron 110 días desde que se empezaron los trabajos en pasado mes de abril. Originalmente, se había dado un plazo de 75 días para entregar los trabajos con los que se elevará 1.5 metros la superficie de rodamiento, con la intención de evitar inundaciones, y las obras se debían entregar a finales de julio, pero no fue así. 

Con el argumento de las afectaciones por las lluvias, la empresa solicitó una ampliación del plazo de 12 días y, casualmente, la Dirección de Obras Públicas del Ayuntamiento, decidió llevar a cabo unos estudios de “hermeticidad” que no estaban contemplados, por recomendación del proyectista estructural que propuso el Colegio de Ingenieros Civiles de Yucatán, y para certificar que no haya filtraciones, labor que durará otros 16 días.  Con ello se agregó un mes más, que culmina hoy. 

En estos trabajos se invertirán entre 25 y 30 millones de pesos, pero la Ley marca que el monto podría elevarse un 20 por ciento más. La empresa Sacbé Construcciones obtuvo una adjudicación directa de esta obra, de forma poco transparente, luego de que se declaró desierta la licitación pública que se llevó a cabo. 

El Paso Deprimido está prácticamente intransitable desde principios de junio del año pasado, luego del paso de la tormenta “Cristobal”. Posteriormente fueron “Gamma” y “Delta” que lo mantuvieron de nuevo inundado y hasta la fecha sin que los vehículos puedan transitar por el lugar. 

Además de los 25 a 30 millones que se gastarán en estas nuevas obras que se llevan a cabo, el Ayuntamiento de Mérida ha gastado 14 millones 760 mil pesos en mantenimiento y reparaciones desde que se inauguró. 

De acuerdo con la Comuna, en los nueve años del Paso Deprimido se ha gastado esta cantidad. En 2013 se gastaron 700 mil pesos en un cambio de rejillas. En 2014, cuando ya se habían dado varias inundaciones, se gastaron 600 mil pesos en bombas de extracción y 300 mil pesos más para darle mantenimiento al sistema. En 2015 se gastaron otros 200 mil pesos por este concepto. 

De 2014 a mayo del 2020 se gastaron 9.36 millones de pesos por el consumo de energía eléctrica. En junio del año pasado se gastaron 700 mil pesos para resolver las inundaciones y en julio se gastaron 2.9 millones de pesos más.  La obra se inauguró en 2012 y costó 64.4 millones de pesos. 

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JCL