'Crecimiento explosivo' en Yucatán, 'justifica' oferta inmobiliaria, señalan especialistas

De acuerdo con los datos del INEGI, Mérida se estima que hayan millón 292 mil 943 de habitantes, mientras que Kanasín ha aumentado su población un 80% en los últimos diez años
domingo, 11 de julio de 2021 · 07:44

La población de Mérida pasó de tener 830 mil 732 habitantes en 2010 a 995 mil 129 en 2020, lo que implica un crecimiento del 19.8 por ciento, el cual es considerado dentro de los parámetros normales, por lo que el discurso de un “crecimiento explosivo” responde más bien a una necesidad de justificar el exceso de oferta inmobiliaria, que responde a una cuestión de negocios y no a resolver necesidades, señaló la directora del Laboratorio Urbano de la Universidad Modelo, Silvana Forti Sosa.

De acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi), la tasa anual de crecimiento de Mérida se ha mantenido estable, entre el 1.64 por ciento anual del 2010 al 2015, y del 1.60 por ciento del 2015 al 2020.

De hecho, Mérida, donde habita el 42.8 por ciento de la población total del estado, se ha mantenido con el ritmo de crecimiento de todo Yucatán, que en el año 2000 fue del dos por ciento, en 2010 de 1.6 por ciento y en el 2020 del 1.8 por ciento anual. La entidad cuenta con dos millones 320 mil 898 habitantes, población que aumentó en un 18.7 en la última década.

Sin embargo, lo que sí se observa es que está creciendo la zona metropolitana y, en particular, municipios conurbados como Kanasín, que pasó de tener 78 mil 709 habitantes en 2010 a 141 mil 939 en 2020, siendo uno de los municipios con mayor crecimiento de Yucatán, con un aumento de alrededor del 80 por ciento.

La zona metropolitana en su conjunto, considerando los municipios de Conkal, Kanasín, Mérida, Progreso, Ucú y Umán, pasó de tener un millón 23 mil 535 habitantes hace una década a un millón 292 mil 943 en 2020.

Para Silvana Forti Sosa, el crecimiento de Mérida se mantiene dentro de los parámetros normales, sin embargo, dijo que en los últimos años se ha hecho sonar un discurso de que hay un “crecimiento explosivo” en la capital, con gente llegando de todas partes del país, lo que señaló no se ajusta a la realidad.

Además, dijo que lo que sí se presenta es un crecimiento de la zona metropolitana, que son los municipios conurbados a Mérida y que reciben mucha de la migración de otras entidades y donde muchas veces sí se carece de los servicios. Caso emblemático, expuso, es Kanasín.

“Mérida no ha tenido un crecimiento alarmante, salvo la zona metropolitana y Kanasín, a donde llegan muchos trabajadores de otros estados. En el discurso es que hay una tendencia a colocar como que el crecimiento es explosivo en la ciudad, pero eso va más bien de la mano de la explosión de la industria inmobiliaria”, expuso.

Señaló que algunos datos mencionan que en las últimas décadas, mientras la población aumentó dos veces, la mancha urbana aumentó en cinco, lo que da cuenta que la constricción de vivienda no va de la mano como respuesta a la necesidad de vivienda, sino que sigue otra lógica.

“La verdad no es un crecimiento poblacional que sea preocupante, pero sí la zona metropolitana y ciertas partes como Kanasín, pero parece que hay una necesidad de crear cierta percepción con respecto al aumento demográfico, para justificar el exceso que hay de oferta inmobiliaria, que más es una cuestión de negocios que de resolver necesidades, como el transporte público, los servicios municipales, como la recoja de basura, y el alumbrado público”, insistió.

Reiteró que no hay un crecimiento poblacional explosivo, pero sí de desarrollos inmobiliarios y más ahora con los lotes de inversión que están ofreciendo y en las comisarias y sitios más allá de periférico por la lotificación que se ha hecho de la tierra ejidal.

De acuerdo con datos de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios en Mérida (AMPI), hasta marzo pasado había un total de 132 desarrollos inmobiliarios, de los cuales 74 son de tipo horizontal, pero 58 son verticales, principalmente en el Norte del municipio y forman parte del llamado segmento residencial plus con un alto costo, para gente de elevado poder adquisitivo.

Servicios Públicos

La especialista Forti Sosa comentó que a menudo se relaciona este supuesto crecimiento exponencial de gente por el número de vehículos que ha ido creciendo en la Entidad, pero ello no tiene que ver, pues argumentó que, entre otros factores, esto tiene que ver con la mala calidad del servicio de transporte.

Dijo que los datos muestran que hay un automóvil por cada 1.5 personas, es decir, casi un coche por cada individuo, lo que no quiere decir que cada meridano o yucateco tenga uno, porque alrededor del 40 por ciento de las personas usa el transporte público, más bien hay familias que tienen varias unidades.

Los datos de la Secretaría de Seguridad Pública muestran que en toda la Entidad hay 960 mil 367 vehículos, entre autos, camionetas, camiones y motocicletas de estos 110 mil son foráneos y al mes se suma un promedio de cinco mil automotores.

El urbanista Jorge Bolio Oses, Investigador de la Facultad de Arquitectura de la UADY, también desmiente esta idea de un crecimiento desproporcionado. En un artículo publicado en la página de “MetrópoliMid” con el título “¿Cuántos somos en Mérida?”, señala que a menudo se distorsiona la realidad bajo la influencia de subjetivas percepciones, como el aumento del tráfico vehicular y de gente foránea en todos los rumbos de la ciudad, o intereses económicos que veneran el crecimiento demográfico y el consecuente efecto inmobiliario.

En el texto llama la atención sobre el “vertiginoso” crecimiento de la población de Kanasín pues señala que este municipio ha intensificado su función de espacio receptor de la migración regional de gente de escasos recursos que proviene de zonas en crisis de desempleo como las ciudades petroleras de Campeche, Tabasco y Veracruz, o del clima de violencia e inseguridad de Cancún y Playa del Carmen.

“En Kanasín estos grupos migrantes aún pueden encontrar suelo urbano y viviendas relativamente accesibles y habitar cerca de las fuentes de empleo que ofrece la ciudad de Mérida.

En la reciente charla “Crecimiento desordenado y falsos desarrollos”, el especialista Bolio Oses destacó el proceso de metropolización que vive Mérida. Expuso que la capital no mantiene un ritmo de crecimiento elevado como otras ciudades, lo cual se puede ver con que no ha superado el millón de habitantes, pero sí ha crecido la zona metropolitana.

Por ende, indicó que ya no se trata de un crecimiento continuo, sino bajo la forma de conurbación, impactado a las comisarías, con un cambio en el perfil de las constricciones a lo vertical, con edificios de lujo, privilegiando el modelo de ciudad dispersa afuera del anillo periférico.

Pequeñas ciudades

“Antes el crecimiento estuvo contenido, pero fue a inicios de este siglo cuando se dio el gran salto, un salpicadero de pedazos urbanizados, que no son pequeñas ciudades, sino espacios desprovistos, desconectados, sin esta vida urbana que se vive en la ciudad interior”.

“Pero la expansión y muchos de los problemas heredados siguen presentes, el tema del transporte urbano, se agudiza con la expansión de la ciudad, y más aun con los procesos de metropolización que incorporan a localidades cercanas, que la legislación en el caso del desarrollo urbano se ha mantenido rezagada”, comentó.

Agregó que se ha impuesto un modelo de ciudad dispersa, que significa “aprovechar a toda costa el suelo existente, el más báratro posible y eso es el suelo distante y lejano y eso explica porque entre 1980 y 2010 hubo ciudades que crecieron seis veces más rápido que su población, en el caso de Mérida que, la cifra era de cinco veces, y eso francamente preocupa, el crecimiento desordenado tiene el ingrediente suelo como causal fundamental”.

Además, indicó que la orografía de Mérida permite esa expansión porque no hay accidentes topográficos que la impidan. Sostuvo que hay un crecimiento desordenado por falta de una regulación por parte del Rstado.

Dijo que la zona metropolitana crece, albergando en los municipios cercanos granjas porcícolas, complejos, bodegas, ranchos, quintas, pero sobre todo se han hecho lotificaciones periféricas en lo que eran núcleos ejidales, generando los llamados lotes de inversión y una anarquía en su desarrollo y crecimiento por la falta de ordenamientos.

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GH