Recuperan imagen robada de Santiago Apóstol Hunucmá
Un desconocido informó a los afectados que la efigie se encontraba abandonada en la carretera Mérida-Tetiz
A menos de una semana que desapareció la imagen de Santiago Apóstol, tal como se informó en su oportunidad, ayer por la tarde una llamada anónima dijo dónde la habían abandonado.
Un desconocido que habló por teléfono con los afectados, cuyos números habían proporcionado por las redes sociales para que les fuera informado el paradero de la reliquia, les indicó que podrían encontrar la imagen a la orilla de la carretera federal Mérida-Tetiz, frente a la empresa Envases Universales.
Como referencia, dijo que dejaría la sagrada efigie debajo de un espectacular de propaganda política, tal como sucedió.
La familia afectada se trasladó al lugar, junto con agentes de la Policía Municipal, y ahí la encontró.
La venerada imagen fue trasladada a la Comandancia de Policía y posteriormente entregada a su legítima dueña, Beatriz Eugenia Castilla Puerto.
El pasado 4 de mayo del presente año se informó que los hermanos Santiago y Miguel Ángel Cauich Canul denunciaron a las autoridades que dos sujetos desconocidos, al parecer oriundos de la vecina ciudad de Umán, podrían ser los autores del robo del Santiago Apóstol.
Estas personas, según los afectados, se dedican a comprar antigüedades, tales como imágenes y artículos varios como muebles, relojes, entre otros. En ese entonces, los hermanos Cauich Canul relataron que, seis meses antes, estas dos personas visitaron su domicilio para preguntar si no tenían alguna antigüedad que quisieran venderles.
Presuntamente, los hechos ocurrieron poco después del mediodía en un predio de la calle 32 entre 23 y 25, adonde los compradores de antigüedades retornaron, y aprovechando que no había nadie entraron al predio y se apoderaron de la antigua imagen.
Al arrebatarla de la mesa de los santos, donde estaba asentada, lo despojaron de su pequeño sombrero, sus botitas y su espada.
La imagen de Santiaguito Apóstol, tallada en madera antigua, que fuera propiedad de Guarino Maldonado, perteneció también a Jorge Armín Castilla López, cuyos familiares la entregaron prestada a la familia afectada para los festejos de la enramada de Corpus Christi, que se celebra cada año en esta comunidad de donde fue sustraída.
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JG
