Dos décadas respirando entre desechos en Susulá, denuncian habitantes

Desde 1997, más de medio millar de habitantes de la comisaria perteneciente a Mérida, han respirado los desperdicios de la ciudad
viernes, 5 de febrero de 2021 · 07:08

El olor fétido que sale del relleno sanitario es el problema más grave que tiene la subcomisaría de Susulá, perteneciente a Mérida, y en donde viven más de 500 habitantes, quienes llevan más de dos décadas respirando entre los desperdicios de la ciudad.

El tiradero de basura se inauguró en 1997 y se encuentra a menos de un kilómetro de dicha comunidad. POR ESTO!, realizó un recorrido para conocer las inconformidades y quejas de los habitantes. Los pobladores indicaron que a lo largo de estos 20 años la situación ha empeorado por la cantidad de residuos sólidos que entran al relleno sanitario, se estima unas 800 toneladas diarias.

Un grupo de vecinos comentó que el mal olor les provoca náuseas, dolor de cabeza y estrés; sin embargo, algunos ya están acostumbrados a vivir con esta problemática. Estudios señalan que vivir cerca del basurero representa un problema grave de salud, que a la larga conduce a enfermedades como la hepatitis viral, fiebre tifoidea, diarrea aguda, parasitosis intestinales, cólera, enfermedades de la piel, alergias, gangrena, entre otros padecimientos.

María Xul, de 69 años de edad, compartió que ha vivido toda su vida en Susulá con este terrible problema, “es una inconformidad que lleva más de dos décadas. Nos hemos quejado, pero las autoridades se lavan las manos y no hay mucho que hacer para buscar una solución”.

“A pesar de que el terreno es muy grande y tratan de reciclar la basura, los malos olores nos perjudican todos los días y nos sentimos contaminados”, recalcó.

Rosalinda Tuz, otra habitante del lugar, expresó que “A veces el olor fétido es insoportable y ni cerrando las puertas de la casa se puede evitar. Cuando el viento sopla de este lado se siente tan penetrante que no se aguanta”.  

Asimismo, Elísea Oxte, quien vive cerca de la calle que va directo a la planta de residuos sólidos, dijo que “cuando llega la temporada de frío y lluvias la peste sale a relucir en toda la comisaría. No importa si se cierran las ventanas y puertas, la fetidez ingresa a la casa junto con decenas de moscas. Nos sentimos contaminados; además, tenemos que cuidar mucho la comida y el agua, además el olor se impregna hasta en la ropa”. Añadió que el 2020 fue complicado, porque “los aguaceros estuvieron fuertes, el peor fue la depresión tropical ‘Cristóbal’, fue una semana de lluvias y malos olores en esta zona de la ciudad que nos perjudicó hasta para conciliar el sueño”.  

María López, otra vecina subrayó que “hemos vivido mucho tiempo con esta situación que ya nos acostumbramos. Esperemos que en un futuro el relleno sanitario pueda operar, junto con la planta recicladora al cien por ciento para que la basura disminuya y se reduzca el fuerte olor en la comisaría”. Por último, dijeron estar conscientes de que el problema no terminará de la noche a la mañana, pero confían que las autoridades municipales se preocupen más por ellos. En cuanto a las enfermedades señalan que llegan a padecer diarreas, dolores de cabeza y calenturas.

SY