Frente Frío No. 14 obliga a pescadores de Progreso a buscar otro empleo

Los 4 mil pescadores de Progreso que integran el padrón municipal se encuentran entre lo que consideran el inicio de un Viacrucis para la pesca, pues el mal tiempo por el Frente Frío Número 14, Huchim, propició el cierre de navegación menor a cerca de 2 mil lanchas ribereñas.

Junto con el fin de la temporada de pulpo, orillará a cerca de la mitad de los hombres de mar locales a buscar otras alternativas de trabajo, mientras que el resto, sin perder días, se encuentra preparándose en los embarcaderos del municipio para ir en busca de especies de escama, la cual reducirá salarios y producción en más de un 70 por ciento a diferencia de la época del molusco.

Ejemplo de lo anterior es la embarcación “Juan Pablo II” que llegó ayer al puerto de abrigo de Progreso con menos de media tonelada de diferentes ejemplares como esmedregal, canané y pez coronado, considerado uno de los mejores en el comercio por los 75 pesos que cuesta, aunque dicho número no se acerca ni a la mitad de los 175 pesos con los que cerró el cefalópodo la semana pasada.

Las afectaciones también recaen en las tripulaciones que permitirán seguir generando trabajo a los pescadores en altamar, pues luego de un cuatrimestre donde los barcos zarpaban hasta con 20 marineros, para un viaje de 15 días para capturar pescado, ahora solo se necesitan cuatro personas, otorgando desempleo masivo, esto en su mayoría para los jóvenes.

“Nosotros solo nos dedicamos a la pesca de especies de escama, los montos para invertir en un barco que vayan por pulpo superan a veces el cuarto de millón de pesos, aquí es diferente, van menos pescadores y es menos trabajosa la labor en altamar; hemos hablado con varios colegas y la actividad aquí es sumamente baja, no es tan redituable como el molusco, hay diferencias abismales”, sostuvo Juan Rodríguez, patrón del navío mencionado, que llegó ayer para que la quinteta de trabajadores pase navidad con los suyos, luego de circular en las inmediaciones de Cabo Catoche, en los linderos entre Yucatán y Quintana Roo.

Asimismo, Álvaro Avalos Morales, conocido por su trabajo de “viene-viene” en conocida tienda comercial a pocos metros de la “glorieta de los cangrejos”, y quien también trabaja de pescador, precisó: “ahorita quedamos despedidos, cada barco tiene su base de pescadores que no exceden de 10, a eso se agregan unos 15 más para la temporada que acaba de terminar, pero al terminar el lapso de captura ¿Dónde quedan esos 15? Se quedan como yo, con las manos vacías. Trabajé acomodando autos en un Oxxo todo el año pasado, porque ni siquiera el pulpo nos salvó para guardar dinero y sobrevivir estos de enero al siguiente agosto”.

Situación distinta se encuentra viviendo el experimentado hombre de mar de 56 años, Gaspar Moo del “María del mar”, cuya tripulación sin perder tiempo, tras el 15 de diciembre que finalizó la temporada pulpera, retornó en menos de una semana a trabajos de reparación del navío para zarpar este 28 de diciembre por mero.

“Sabes cómo somos los pescadores, nos gusta malgastar el dinero y las consecuencias vienen ahora cuando vemos que las cuentas no dan, por eso hay que volver a pescar, pero sin tanto beneficio como hace todavía un mes. Los sueldos son más bajos, no hay tanta opulencia y menos comodidades, pasamos navidad con la familia para después despedirnos con la bendición de ellos e irnos”, aseguró el pescador.

Parte de los trabajos que realizaban consistieron en embolsar 3 millones de toneladas de sardina, misma que es utilizada como carnada para atrapar mero en viajes que duran hasta 20 días en el mar.

Víctor Zacarías Solís, representante de la Cámara Nacional de las Industrias Pesquera y Acuícola (Canainpesca), aseguró por su parte que los barcos se olvidarán de los tonelajes que traían con el cefalópodo, pues con las especies de escama apenas se han promediado cargamentos que van de los 300 a los 800 kilos como máximo, sin posibilidad de alcanzar al menos la tonelada.  

En cuanto a los anticipos, para ir en busca del mero se pagan sueldos que van de los 5 mil a los 7 mil pesos, cifras que no llegan ni al 50 por ciento con los 20 mil que regularmente se otorgaban a los pescadores para acudir por pulpo.

Con base a números de Canainpesca, desde el primero de abril que apertura la veda de esta especie, se han capturado hasta el pasado 16 de septiembre, un total de 3 mil 854 toneladas. La temporada finaliza el próximo primero de febrero.

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CC