Dueños de un rancho en Tizimín piden apoyo para recuperar su ganado

José Cruz Matos y Ana María Cruz Rodríguez, dueños del rancho San Francisco, ubicado en el tramo Colonia Yucatán-Manuel Cepeda Peraza, solicitan la intervención de las autoridades para que los apoyen en la recuperación de sus 79 reses, que el productor Ermilo Pool tiene retenidas en su rancho El Palomar, por daños que dice le causaron a su plantío de sandía al ingresar a sus terrenos.

Los afectados asentaron la denuncia 1644/2021 ante la FGE externando que hace siete meses tres reses de su rancho, supuestamente brincaron el alambre, ingresaron al rancho El Palomar y estropearon un plantío de sandía, por lo que desde entonces Ermilo retuvo los animales dentro de su rancho planteando que no los devolvería hasta que cubran el costo del daño, por lo que interpuso su demanda en FGE pidiéndoles 38 mil pesos para solventarlo.

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Los propietarios consideran que supuestamente Pool con dolo y alevosía cortó el alambre para que las reses salieran y hacerse víctima de los daños, porque su rancho no está delimitado.

Externaron que en la mediación de los 38 mil pesos, luego pedía 50 mil pesos, después envió otro citatorio al que no acudió don José Cruz porque estaba enfermo y ahora les estaba pidiendo 100 mil pesos para subsanar los daños.

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Relataron que 76 de sus reses ingresaron de nuevo al rancho El Palomar y ahora Ermilo tiene retenidos a 79 bovinos valuados en 2 millones de pesos.

Los afectados señalaron que la FGE no quiere proceder, aunque el dueño de El Palomar notificó que no las devolverá hasta que le paguen, indicándoles que si quieren que se haga el peritaje paguen para que se realice, además de exponerles que los animales no los pueden recuperar y que lo más que se puede hacer es resguardarlos en la posta ganadera.

Enfatizaron que lo preocupante es que cada una de las reses ya bajó entre 20 y 25 kilos, lo cual es una significativa pérdida porque los ejemplares se iban a vender este año.

Cruz Matos y Cruz Rodríguez exhortan a las autoridades a intervenir, pues no están en contra de pagar los daños que supuestamente ocasionaron sus reses, pero temen que les sigan incrementando el costo de la reparación del daño cuando en realidad ni siquiera hay una valuación exacta

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CC