Abuelito de Yucatán aprende a leer a sus 80 años; ahora utiliza su tablet y teléfono

“No me doy por vencido, soy como un boxeador”, expuso. “Mi inspiración es Dios, es lo que me sostiene”, compartió don Marcelo Candelario Briceño Pinto
miércoles, 15 de diciembre de 2021 · 09:46

Marcelo Candelario Briceño Pinto tiene muchas historias qué contar de su vida. A sus 80 años ha acumulado una gran cantidad de experiencias, suficientes para plasmar en un libro. Sin embargo, la que recién escribió ha sido la más extraordinaria: completar sus estudios de primaria.

Luego de una vida de trabajo, por el que decidió sacrificar sus estudios y porque “no me entraba el conocimiento”, al abuelito la vida le puso una encrucijada. En la Iglesia Ministerio Internacional Jesucristo es el Señor lo invitaron a leer la Biblia, lo que no pudo hacer porque era analfabeta. Pero no se dio por vencido y hoy, con la primaria terminada, presume: “Ya leí la Biblia 40 veces y ya voy por la 41”.

“Me puse en manos de Dios”, afirmó el oriundo de Chumayel y contó que de niño “no me entraba (el conocimiento)” y que luego comenzó a trabajar, por lo que no aprendió a leer ni a escribir.

Pavel Jurado

Con el paso de los años no tuvo ni el interés ni el tiempo, pues decidió aprender un oficio. Como mecánico, pasó de trabajar con su tío a ser contratado en Cordemex, en las entonces cordelerías de henequén. Ahí laboró durante décadas “hasta que me jubilé en 2001”.

El gusto por la lectura llegó hasta que lo invitaron a leer la Biblia en la iglesia Ministerio Internacional Jesucristo es el Señor (MIJEES).  A partir de ahí todo cambio, pues conocer más pasajes religiosos lo incentivó a aprender.

“Al principio leía por sílabas, ahora lo hace de forma fluida”, destacó su nuera Gabriela Rodríguez.

Fue tanta su motivación, que aprovechó su amistad con un maestro de Biblia para realizar sus estudios formalmente. “Don Alfonso Tec Blanco me inscribió, él me dijo ‘yo veo los trámites y te enseño’”.

Eso ocurrió en 2019. La pandemia llegó y no lo detuvo, pues se “modernizó”. “¡Qué iba yo a imaginar que iba a usar esto!, afirmó, apuntando a su teléfono celular.

 “Aprendió a usar la tableta y ve sus clases en la televisión”, apuntó Gabriela.

Eso sí, la imposibilidad de salir lo retrasó un poco. “Hago un examen al mes. No había podido ir a presentar estos meses hasta que lo pude hacer ahora”, explicó.

Durante esa prueba, le tomaron una foto. “Va un montón de gente, me sorprendió que se acercaran a mí y me preguntaron mi edad y datos”, contó. “Luego me hablaron y dijeron que el Gobernador me felicitó”.

Al respecto, durante su charla con POR ESTO! afirmó que “pusieron mal mi edad, me subieron cuatro años”, en referencia al Twitter que subió Vila Dosal en el que puso que don Marcelo tenía 84 años de edad.

Una vez difundida su historia, desea que muchos sigan su ejemplo. “Nunca es tarde, si yo pude, cualquiera lo pude lograr”.

A don Marcelo le sobreviven una hija y un hijo, Marcelo Valentín, quien está casado con Gabriela. Tiene dos nietas y una bisnieta.

Le gusta hacer ejercicio: “Diario salgo a caminar al parque. En una hora le doy unas 10 vueltas y luego a los aparatos”, indicó. Para ello, se levanta a las cinco de la mañana para no coincidir con mucha gente. “A esa hora solo estoy yo y quizá una persona más”.

Pavel Jurado

Ahora el objetivo es graduarse de la secundaria. Ya lleva dos exámenes presentados y no tiene pensado desertar.

“No me doy por vencido, soy como un boxeador”, expuso. “Mi inspiración es Dios, es lo que me sostiene”, aseguró y compartió su pasaje favorito: “Juan 5,24”.

Buena convocatoria

El Instituto de Educación para Adultos del Estado de Yucatán (Ieaey) tiene buena convocatoria, destacó Maricela Sánchez, encargada de las relaciones públicas y comunicación del organismo.

En colaboración con el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos, el Ieaey tiene presencia en los 106 municipios del estado y las clases, pruebas y libros son gratuitos.

Se ofrecen cursos de alfabetización y para culminar la primaria y secundaria. Para mayores informes se pueden comunicar a los números telefónicos 9999 23 80 44 y 9999 23 76 55 o acudir a la sede del Instituto en la calle 62, número 526 entre 65 y 67 del Centro.

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JG