Registran 66 mordeduras de serpientes venenosas en Yucatán

En lo que va del 2020, se han reportado 66 mordeduras de serpientes venenosas en Yucatán, prevén un mayor riesgo de estos incidentes con el inicio de la época de reproducción.
lunes, 7 de septiembre de 2020 · 06:22

En lo que va del año, se han registrado 66 mordeduras de serpientes venenosas en Yucatán, mientras que en todo 2019 se registraron 112 ataques; sin embargo, en esta temporada inicia la época de reproducción de varias especies, lo que hace que exista un mayor riesgo de un incidente con estos reptiles en el oriente y sur de Yucatán, informó Daly Gabino Martínez Ortiz, coordinador del programa de Zoonosis de la Secretaría de Salud de Yucatán (SSY).

De los casos registrados este año, 65 por ciento corresponde a hombres que han sufrido ataques de serpientes y 35 por ciento a mujeres. Los municipios con mayor concentración de casos son zonas ganaderas y agrícolas de Valladolid, Tizimín y Tekax.

Habitantes de la ciudad de Mérida no están exentos de sufrir ataques, sobre todo en fraccionamientos de nueva creación, donde la invasión y destrucción del hábitat, hace que estos reptiles estén viviendo en zonas urbanas, indicó Martínez Ortiz quien recordó un caso de una señora de Cholul que la mordió una cascabel cuando arreglaba las plantas de su patio.

Las culebras son los animales que acumulan el mayor número de ataques a personas en Yucatán, donde existen 57 especies diferentes, de las que la mordedura de sólo cinco tipos puede poner en peligro la vida de una persona.

Entre las especies detectadas en la entidad están la de cascabel, dos especies de nauyaca la real y la yucateca, así como la serpiente wolpoch, todas pertenecientes al grupo de los bípedos y que se puede combatir con el mismo antiveneno, mientras la coralillo pertenece a los elápidos, que son una pariente americana de la cobra, para la que se utiliza otro tipo de antídoto.

Daly Gabino señaló que es importante que la gente pueda diferenciar qué serpiente lo atacó: si es negra, roja, verde, si tenía franjas de colores para saber cuál es el antídoto que se va utilizar.

Cuando el paciente desconoce las características, los médicos deben guiarse por la herida, ya que la mordida destruye el tejido y causa necrosis, en la zona empiezan a aparecer ámpulas, lo cual indica que fue mordido por una víbora.

La recuperación de la persona va depender del tamaño del animal, del grado de estrés que haya sufrido, del peso de la persona, lo cual ocasiona que los niños que sufren este tipo de ataques se pongan mucho más graves que los adultos.

También influye mucho el tiempo que pasó después del ataque del animal hasta que la persona llega a consulta. Lo ideal es que puedan llegar a un centro de salud en las dos primeras horas después de sufrir un ataque de una serpiente, porque se pude tener la seguridad que todos los efectos del veneno pueden ser reversibles.

Cuando el paciente llega en las primeras dos horas después de sufrir el ataque y ha identificado al reptil puede salir por su propio pie del hospital, pero cuando pasa más tiempo puede poner en riesgo la funcionalidad del miembro donde recibió la mordida y, en casos más graves, perder la vida.

La parte del cuerpo que sufrió la mordida puede llegar a crecer hasta cinco veces su tamaño por la inflamación, lo cual ocasiona que la recuperación del paciente pueda tardar incluso más de seis meses, pero no es común que se llegue a esta situación, ya que por lo regular la persona que ha sufrido un ataque y es atendida sólo pierde la sensibilidad del miembro durante algunos días o semanas.

El especialista indicó que los antídotos para picadura de serpientes están distribuidos en las unidades de salud de primero y segundo nivel, como Progreso, Valladolid, Tizimín y Tekax, pero cuando llega un paciente de picadura de serpiente primero se le aplica el antídoto y luego se le canaliza al hospital Agustín O’Horán, porque el paciente requiere ser monitoreado para verificar los efectos del veneno en el organismo que pueden ir desde la destrucción de la piel donde se realizó la mordedura hasta el daño en algunos componentes de la sangre, causando lesiones en hígado y riñones entre otros órganos.

Ya hospitalizado se deben monitorear los tiempos de coagulación para saber si está mejorando, porque el antídoto se aplica de acuerdo a cada paciente. Por ejemplo, un adulto puede requerir dos frascos de antiveneno y un niño puede requerir 30.

Tal es el caso de una menor del municipio de Kanasín que fue mordida por una serpiente de cascabel hace unos años, quien requirió de 92 frascos de antídoto.

Martínez Ortiz dijo que las serpientes nauyacas son una de las especies más agresivas que tienden más a atacar y ahora que está por empezar el proceso de reproducción de este tipo de reptiles se espera que en el resto del año se registre una gran cantidad de agresiones.

El cronómetro entre la vida y la muerte

Señaló que este año no se han registrado muertes por mordedura de serpiente, aunque en años pasados un joven de 18 años falleció luego de ser mordido por una nauyaca y ser atendido por un médico tradicional.

Es importante que la población se entere que cuando la persona es atendida antes de dos horas después de haber recibido la mordida se puede garantizar que va salir sin ninguna complicación del hospital.

El entrevistado dijo que un grave error la idea que se tiene que cuando a una persona la muerde una serpiente se le chupa la zona para salvarlo, ya que el veneno destruye la sangre y cuando es una intoxicación muy grave el paciente sangra por todos los orificios naturales, desde recto, ojos, nariz, orejas y a esta persona se le agrega una herida más es muy probable que el paciente termine desangrándose.

Lo que se recomienda es tratar de identificar al animal, tomarle una foto si es posible o recordar qué color es, luego comunicarse de inmediato y pedir auxilio contando a un familiar lo que pasó, además de anotar la hora exacta en que ocurrió el ataque para saber cómo está funcionando el veneno.

“En ocasiones puede ocurrir que te muerda la serpiente pero que no inocule veneno, ya que el veneno para la serpiente es algo muy preciado, pues en su función biológica les ayuda en la digestión del alimento, por ello dijo que las serpientes venenosas que se tienen en cautiverio son mucho más peligrosas es porque está en constante estrés y cuando atacan inoculan todo su veneno”, explicó.

Cifra oficial, en duda

Por otra parte, el doctor Carlos Albero Yañez Arenas, responsable de la Colección Científica Regional de Anfibios y Reptiles de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Yucatán, señaló que el número de ataques registrados por las autoridades es menor de los registrados debido a que muchos de los casos son atendidos por médicos tradicionales o no llegan a las unidades de salud.

El profesor investigador adscrito a la facultad de ciencias de UMDY- Sisal, indicó que las especies más comunes en Yucatán que son letales para el ser humano son la serpiente de cascabel yucateca (Crotalus tzabcan), Cantil yucateco o Wolpoch (Agkistrodon russeolus), Coralillo variable (Micrurus apiatus), y también tenemos a la Nauyaca nariz de cerdo yucateca (Porthidium yucatanicum) y a la Nauyaca real (Bothrops asper).

Señaló que la nauyaca cuatro narices es la que causa más accidentes no sólo en México sino en todo el continente, y es una especie que prefiere los hábitats lluviosos por ello en la entidad donde predominan las selvas secas esta especie es menos frecuente, aunque se le puede encontrar en la zona sur del estado y en la frontera con Quintan Roo, donde es más abundante.

El investigador dijo que en las zonas urbanas es más común encontrar las serpientes coralillo, que tienen la característica de vivir mucho tiempo bajo tierra, donde es común que las serpientes se queden viviendo bajo las edificaciones de los nuevos fraccionamientos.

A pesar de ser muy tóxica y poder causar un envenenamiento, es una serpiente pequeña y relativamente pasiva por lo que no causa muchos accidentes, aunque pude representar un mayor peligro para las mascotas y niños pequeños.

Cabe destacar que, de acuerdo con testimonios de los especialistas, las serpientes sólo atacan para defenderse y su veneno es muy preciado porque el proceso para generarlo es muy tardado y por ello sólo inyecta la dosis cuando no le quede otra opción, es decir, cuando se siente completamente amenazada.

El especialista señaló que Yucatán no está dentro de los 10 estados de la República con más mordeduras de víboras venenosas, como son Veracruz, Oaxaca, Chiapas y Tabasco.

Explicó que las mordeduras ligadas a dos fenómenos uno es la época reproductiva porque los individuos están más activos por la búsqueda de pareja, salen de sus madrigueras para aparearse y aumentan la posibilidad de encuentro con las personas, además que en la temporada de lluvia las serpientes salen en busca de refugios secos y más calientes.

Actualmente trabaja recopilando información biológica y sociodemográfica del país que pueda estar relacionada con los accidentes de mordeduras de serpientes venenosas, además de analizar cómo cambiaría la distribución de las serpientes,

El investigador invitó a tener más interés por estos reptiles y no matarlo ya que tienen una función dentro del medio ambiente y si las matamos vamos a producir un desequilibrio porque son animales que tienen una importancia ecológica, además de que son aliadas de los agricultores.

Por Alejandro Moreno Peña